Seguro que has estado en la carretera y al ver que había un parón en la marcha has puesto las luces de emergencia del vehículo mientras frenabas, pues no estabas haciendo lo correcto.

Vas por la carretera tranquilamente y no muy lejos comienzas a ver como los vehículos se apelotonan. Ha tenido que pasar algo, tal vez un accidente, y lo primero que se te ocurre es poner las luces de emergencia, para que los conductores que van detrás de ti sepan que algo no va bien.



Muchos lo hemos hecho por los nervios del momento, pero no está bien. Cuando bajamos la velocidad rápidamente no debemos poner los warning, sino que tenemos que pisar el freno varias veces.

Indica el portal Computer Hoy que al hacerlo, las luces de freno se encienden y apagan, avisando a los conductores que tenemos detrás de nosotros. Al mismo tiempo, nuestro vehículo va frenando, así que evitamos un posible choque. La DGT nos lo ha recordado con el siguiente tuit:



Es una maniobra sencilla con la que no tenemos que sacar las manos del volante. Frenamos, avisamos y tenemos el control del vehículo en todo momento. Es una buena forma de evitar problemas.

Entre los conductores se popularizó porque, a pesar de no ser lo indicado, visualmente es muy llamativo. Además, no está prohibido expresamente.

Los nuevos vehículos lo hacen solitos

La tecnología avanza también en el mundo del motor y los vehículos más nuevos encienden las luces de emergencia si notan que ha habido un frenazo. Pisar el freno y el embrague a fondo hace que se activen automáticamente los warning para que el resto de conductores vean el peligro.