Soldados y vehículos blindados taiwaneses fueron desplazados el jueves para una simulación de combate urbano contra China, que ha prometido tomar la isla incluso por la fuerza.

Los soldados de dos pelotones se enfrentaron en una batalla simulada, intercambiando disparos desde casas y barricadas de sacos de arena, mientras tanques bajaban por la calle de un pueblo reconstruido, incluso con carteles de farmacias y marcas de cerveza.



Taiwán vive bajo amenaza constante de una invasión de China, que considera a la isla de gobierno democrático parte de su territorio y asegura que lo tomará, por la fuerza si es necesario.

Pekín intensificó sus ejercicios militares y la presión diplomática sobre Taiwán desde que la presidenta Tsai Ing-wen llegó al poder en 2016. La mandataria considera a la isla como una nación soberana.



La guerra urbana se ha convertido cada vez más en un aspecto clave del entrenamiento militar.

«Cualquier batalla futura para proteger a Taiwán será una guerra urbana», declaró a periodistas Kiwi Yang, instructor de la Escuela de Infantería del Ejército. Recordó que la mayoría de los 23 millones de habitantes de Taiwán viven en ciudades.

«Los planes de batalla de las tropas de China comunista serán invadir y aterrizar primero en localidades costeras, luego los enfrentamientos avanzarán a las áreas residenciales más pobladas y zonas comerciales, y finalmente a las aldeas de montaña», agregó.

Con cadenas montañosas, clima cambiante y pocos sitios para aterrizar en playa, invadir Taiwán será una tarea colosal para cualquier fuerza armada.

Pekín ha alzado su tono amenazante hacia Taiwán bajo el presidente Xi Jinping, el gobernante más autoritario de China en una generación.

Sus aviones de combate han realizado una cantidad históricamente elevada de incursiones en el espacio de defensa aérea de Taiwán y han realizado varios ejercicios militares que simulan la invasión de la isla.