La proyección en el 14 Festival de Cine Global Santo Domingo del excelente documental Ernesto de la Tierra, con todo su saber a rica historia reciente latinoamericana, con su aroma deliciosa a poesía y con su ejemplo, el de un personaje tan maravilloso como Ernesto Cardenal, que nos mostró cómo transformar su vida mundana en una guía de fe con militancia en la existencia, es un hecho trascendente, independientemente del número de personas que acudieron a sus pases, entre otras razones por aun se sigue pensando que los documentales son una especie de cine de segunda mano.

Un equipo de producción procedente de Costa Rica, liderado por el cineasta nicaragüense Manuel Bonilla, ofrece este proyecto, encaminado a presentar la obra social, religiosa y poética de Ernesto Cardenal.



Trabajo de filmación de Ernesto de la Tierra

El trabajo adquiere una enorme fuerza valor testimonial gracias a una afortunada búsqueda en el Archivo Fílmico de la Nación de Nicaragua y que ha logrado enmarcar todo ese material en base a entrevistas realizadas al poeta, dando como resultado un formidable discurso visual que ha erizado la piel y conmocionado los adentros de quienes tuvieron la suerte de verlo.

El documental Ernesto de la tierra cuenta la historia del propio poeta asimilando a la la calidad de su poesía, a la forma en que se comprometió con el cambio social, a las consecuencias que debió pagar ya la firmeza con que mantuvo sus principios hasta su partida de este mundo, el 1 de marzo de 2020. Y refiere su historia presentando una valiosa gama de fotos e imágenes en movimiento, que enriquecen la perspectiva que se tiene de él.



El equipo de realización de Ernesto de la Tierra, con el poeta en Managua, en 2019, meses antes de su partida en 2020.

Ernesto de la tierra retrata con impecable elegancia el legado que dejó para Nicaragua, América Latina y el mundo; expone el aspecto puramente humano de este personajes que conmueve, presenta los testimonios de quienes le trataron y de cómo transformar un pueblo motivado por el simple deseo de hacer lo que consideró correcto, aun cuando para ello tuvo que enfrentar una dictadura, primero, y al Vaticano, después que le reprendió por haber trazado el camino que como sacerdote entendió adecuado, oportuno y correcto. Contribuyen con sus testimonios a formar idea de lo que representa Cardenal: los escritores Gioconda Belli y Sergio Ramírez y la poeta Luz Marina Acosta.

Bonilla, estudió dirección documental en la Universidad Veritas, en San José, Costa Rica, fue uno de los invitados del evento insignia de Funglode y estuvo en cada una de las proyecciones de su trabajo – como era de esperarse- para compartir con quienes optaron por verlo, inscrito en un género infravalorado y alejado del atractivo con que cuentan los títulos de ficción, el indudable plato fuerte cuando de festivales y de ir a cine se trata.

Gravísimo error de quienes se privaron de disfrutar de un panorama comprometido con la verdad y la poesía, sin abrogarse el derecho a ser solo la verdad total y sin pretender ser un estudio literario más del mundo de las figuras y volteretas imaginativas de un Cardenal que debió haber merecido en vida mucho más reconocimiento literario y social, más allá de las ocho oportunidades en que se incluyó su nombre entre quienes debían merecer el Nobel de Literatura.

Ernesto de la tierra tendrá otros pases más la semana próxima en Palacio del Cine Blue Mall. No se lo pierda.
Título: Ernesto de la Tierra
Duración: 74:00
Dirección y guión: Manuel Bonilla
Dirección de fotografía: Gabriel Argüello
Productor: Gabriel Argüello
Género: Documental
Color / Blanco y Negro y COLOR
Edición: Alonso Víquez y Víctor Vargas Fotografía: Pablo Wong
Protagonista: Ernesto Cardenal
Sonido: José López y Ariel Sosa

Premios: Mención de Honor Premio Nacional de Artes Audiovisuales Amando Céspedes Marín, 2020.

Sinopsis: Ernesto en la Tierra es una película que proyecta un viaje histórico por la poesía y vida de Ernesto Cardenal, entrelazando su esencia, legado de su experiencia humana y compromiso espiritual con tierras nicaragüenses.