A partir del 11 de abril, toda persona que solicite un pasaporte en Estados Unidos podrá marcar la casilla «X», y ya no solo elegir entre género «masculino» y «femenino», anunció el jueves el Departamento de Estado con motivo del día internacional de la visibilidad transgénero.
Al cumplir esta promesa, hecha en el otoño boreal, el Departamento de Estado se convierte, según un comunicado de prensa, en la «primera agencia federal» de Estados Unidos en ofrecer esta opción en un documento de identidad oficial.
La Casa Blanca anunció una serie de iniciativas para facilitar los trámites administrativos a las personas transgénero.
Entre ellas figuran una actualización de los escáneres corporales utilizados en los aeropuertos para tener en cuenta a las personas no binarias e intersexuales, la simplificación de procedimientos administrativos y la creación de una web de información sobre la transición de género, dirigida a jóvenes y sus padres.
«Las personas transgénero se encuentran entre las más valientes de nuestro país. Pero nadie debería ser valiente solo para ser ellos mismos», dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Mientras el gobierno federal define acciones en favor de la población trans, los estados conservadores adoptan regulaciones restrictivas sobre el cuidado de menores transgénero o la práctica de deportes y el uso de los baños por los integrantes de esa comunidad.
En Texas se han abierto investigaciones contra padres en virtud de una controvertida directiva del gobernador, que equipara ciertos procedimientos de «reasignación de género» de menores a un «abuso» castigado penalmente.
«La administración (federal) condena una vez más la proliferación de peligrosos ataques legislativos contra las personas transgénero en varios estados», dice el comunicado de la Casa Blanca de este jueves.
«Está comprobado que este tipo de leyes estigmatizan y ponen en peligro el bienestar de los niños transgénero» y «corren el riesgo de crear discriminación y acoso» contra sus familias, señala el Ejecutivo estadounidense.