Los mexicanos deciden este domingo si Andrés Manuel López Obrador deja anticipadamente la presidencia o termina su mandato en 2024, en el primer referendo revocatorio en la historia del país, que anticipa un espaldarazo al mandatario izquierdista.

«La jornada está siendo exitosa», aseguró el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, en su primer balance.



Córdova se abstuvo de adelantar porcentajes de participación, una de las cuestiones clave pues para que el resultado sea vinculante se requieren 37 millones de votos (40% de los electores).

«Que nadie olvide que el pueblo es el que manda, el pueblo pone y el pueblo quita», señaló por su parte López Obrador ante la prensa tras salir del puesto de votación.



AMLO, como es conocido por las iniciales de su nombre, anuló la boleta escribiendo «¡Viva Zapata!» para mostrarse imparcial en esta consulta, que él mismo impulsó luego de conseguir que se incluyera en la Constitución en 2019 como antídoto contra «malos gobiernos».

«Nos va a ayudar a que nadie en ningún nivel en la escala se sienta absoluto», añadió el gobernante, elegido por seis años.

Las urnas cerrarán a las 18H00 (23H00 GMT) en la mayor parte del país, de 126 millones de habitantes y donde hay tres husos horarios. Una hora después se anunciarán los resultados de un conteo rápido.

La consultora en temas electorales Integralia estima una participación promedio de 14,8%.

Ese hecho por sí solo ratificaría en el cargo al primer presidente de izquierda del país, de 68 años y con una aprobación de 58%, según un consolidado de encuestas de la firma Oraculus. En México no hay voto obligatorio.

«Estoy contenta con él, ojalá que siga y que repita», dijo a la AFP Carmen Sobrino, de 64 años, en su casilla electoral, si bien en el país no existe la reelección ni la ampliación de mandato.

El jefe de Estado ha dicho que se retirará de la política cuando termine su mandato.

 

– Con la mira en 2024 –

 

En ciudades como Guadalajara (oeste) la afluencia de votantes era baja. «Nos está llevando a la ruina», declaró a la AFP Guadalupe Pastor, mecánico jubilado de 60 años, quien votó por la opción de que AMLO abandone el poder «por pérdida de la confianza».

Los opositores llamaron a la abstención, alegando que el plebiscito es solo un acto de «propaganda».

«Él va a seguir como presidente, no entiendo para qué hacer el gasto», comentó de su lado Rubén López, vendedor de 58 años, en la capital.

En un informe, Integralia prevé «una mayoría contundente a favor de que López Obrador siga en el cargo».

AMLO acusa al INE de sabotear el referendo en complicidad con «los conservadores» (como llama a la oposición), por lo que anunció una reforma para que sus integrantes y los del tribunal electoral sean elegidos por voto popular y no por la Cámara de Diputados.

«Es rotundamente falso que el INE no haya cumplido con su deber de difundir» la consulta, aseveró este domingo Córdova, quien denunció el «potencial uso de recursos públicos» por parte del oficialismo para promover el referéndum.

Aduciendo falta de fondos, el INE instaló 57.500 puestos de votación contra los 161.000 de una elección federal.

Sin mayor riesgo de tener que abandonar el poder, el presidente podría aprovechar el plebiscito para airear algunos proyectos y «echar a andar la maquinaria» del partido Morena rumbo a las presidenciales de 2024, estima la analista política Martha Anaya.

«Será un parámetro para evaluar la capacidad de movilización» oficialista, apunta a su vez Integralia.

 

– Horizonte de retos –

 

En los casi tres años que le restan de mandato, el proyecto de «transformación» de AMLO tiene varios desafíos, como la aplicación de una reforma al sector eléctrico avalada por la Suprema Corte de Justicia esta semana, ante el rechazo de Estados Unidos, Canadá y España, y de los partidos opositores PRI, PAN y PRD.

El nuevo marco, que el mandatario espera reforzar con una reforma constitucional, da mayor peso al Estado en la generación de energía.

Algunas de las apuestas avanzan cuesta arriba, pues la coalición de gobierno -principal fuerza en el Congreso- no reúne sin embargo los votos suficientes para modificar la Constitución y se ve obligada a negociar.

López Obrador fundamenta su aceptación en programas sociales a los cuales destina este año 23.000 millones de dólares (6,4% del presupuesto) y políticas como la mejora del salario mínimo (265 dólares mensuales).

«Se vive un poco mejor a pesar de la pandemia. Ha habido avances, sobre todo en el terreno social, y ha disminuido mucho la corrupción», afirma Herlinda Escamilla, comerciante de antigüedades de 75 años que se beneficia de un subsidio para adultos mayores.

Según Coneval, organismo público que evalúa las políticas sociales, 44% de los mexicanos vive en pobreza, uno de los males que AMLO se comprometió a combatir junto con la corrupción.

Entre los retos del gobernante también están la persistente violencia criminal, que deja unos 340.000 muertos desde 2006, y una economía golpeada por el covid-19, que este año solo crecería 3,4%.

La inflación anualizada está en sus mayores niveles en dos décadas (7,3% en febrero).