El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciará el lunes nuevas medidas contra las llamadas «armas fantasmas», que se pueden ensamblar en minutos en casa y son difíciles de rastrear al no tener números seriales.

El decreto, cuya redacción tardó un año, concierne a un tipo de arma que, según las autoridades, aparece cada vez más en los reportes policiales en Estados Unidos.



Son las «armas predilectas de muchos criminales violentos», dijo la Casa Blanca en un comunicado.

Bajo las nuevas medidas, las partes separadas que se puedan ensamblar fácilmente para hacer un arma de fuego funcional serán objeto de las mismas regulaciones que las armas ya ensambladas y disponibles a la venta, dijeron funcionarios de gobierno.



Los vendedores de estas partes deberán ahora verificar los antecedentes de los compradores potenciales.

Los fabricantes estarán también obligados a incluir un número serial en los componentes claves de las armas, y los vendedores autorizados que reciban un «arma fantasma» en su inventario deberán añadirle igualmente un serial, dijo el Departamento de Justicia en un comunicado.

Además, para reforzar los esfuerzos de rastreo, las nuevas medidas establecen que los vendedores de armas poseedores de una licencia federal deberán guardar los registros durante toda su vida comercial, y no por un periodo de 20 años como es actualmente el caso.

«Esta regulación dificultará a los delincuentes (…) obtener armas imposibles de rastrear», permitirá que los agentes del orden «puedan obtener la información necesaria para resolver delitos» y «ayudará a reducir el número de armas imposible de rastrear que abundan en nuestras comunidades», dijo el fiscal general, Merrick Garland.

De enero de 2016 a diciembre de 2021, la agencia estadounidense de alcohol, tabaco y armas de fuego (ATF) recibió aproximadamente 45.240 reportes de armas de fuego presuntamente fabricadas por individuos privados que fueron recuperadas por las autoridades, dijo el Departamento de Justicia. Esos reportes estaban ligados con al menos 692 investigaciones de homicidios o intentos de homicidio, añadió.

En ese periodo, la ATF solo pudo rastrear 0,98% de las presuntas «armas fantasmas», destacó el departamento.