No seas de aquellos que se comprometen, de los que salen fiadores de deudas ajenas. Proverbios 22: 26
La Palabra de Dios nos enseña cómo podemos agradar o desagradar a Dios. En este libro encontramos Sus pensamientos, por causa de los cuales, si nos llevamos de ellos y los aplicamos en nuestra vida, nos irá bien en todo; porque es Su deseo que Lo conozcamos, para que nazca en nosotros un temor reverente por cumplir Su Palabra y que todos los días nos vaya bien.
Muchas veces hacemos las cosas para agradar a los demás, sabiendo que eso no está bien; porque nos interesa más que el otro se sienta complacido, aunque para ello tengamos que hacer caso omiso a la voluntad de Dios.
Si nos llevamos del Espíritu Santo, dejaremos de ser tan carnales y seremos más espirituales, dándonos cuenta de qué es lo que debe o no hacerse. Las cosas que para muchos son buenas para Dios no lo son; y las que son malas para nosotros no lo son para Dios.
Es normal que seamos fiadores o garantes de deudas asumidas por otros. Para el mundo esto es ser generoso con el que necesita, pero para Dios es enlazarte en las garras del devorador y llevarte a prisiones de esclavitud. Necesitamos tener sabiduría, la cual nos enseña cómo vivir bien y no equivocarnos, como aprender a no responder por compromisos ajenos ni ser fiador de deudas de otros.
Por la pastora Montserrat Bogaert/ Iglesia Monte de Dios