Washington, Estados Unidos. Piensa en las personas que conoces y en cómo puedes decir que sabías que estaban por ahí incluso si no pudiste verlos. Tal vez puedas hacerlo por medio del sonido de la voz o por su perfume favorito.

Para los delfines nariz de botella es el sabor de la orina y sus chillidos característicos lo que les permite reconocer a sus amigos en la distancia, de acuerdo con un estudio publicado el miércoles en Sciences Advances.



«El uso del sabor es altamente útil en mar abierto pues los penachos de orina pueden persistir tiempo después de que los animales se han ido», escribió el equipo dirigido por Jason Bruck de la universidad de St. Andrews.

«Reconociendo quién dejó su rastro, los delfines podrían advertir la presencia reciente de un individuo incluso cuando no señaló su presencia de forma vocal».



La pregunta sobre cómo estos animales pueden asociar estos «sellos» de sus amigos en sus mentes ha sido difícil de responder.

Primero que todo, los investigadores se han enfocado en experimentos de laboratorio, sin dejar claro si estos mamíferos estaban usando dichas etiquetas para comunicarse de forma natural.

Los delfines nariz de botella usan «chillidos característicos» para dirigirse a individuos específicos y pueden recordarlos hasta 20 años después, por lo que eran un interesante caso de estudio.

Para investigar, el equipo presentó a 8 delfines las muestras de orina de individuos familiares y de desconocidos, hallando que los delfines utilizan tres veces más tiempo tomando muestras de orina de los individuos conocidos.

La inspección genital, con la cual un delfín usa su mandíbula para tocar los genitales de otros individuos es común en sus interacciones sociales, proveyendo una buena oportunidad para aprender a probar la orina de otros.

Para los objetivos de este estudio, los delfines fueron entrenados para proveer muestras de orina a cambio de comida.

Los delfines no tienen bulbos olfatorios como otros mamíferos y el nervio correspondiente está subdesarrollado, por lo que los investigadores están seguros de que era el gusto y no el olfato el que estaba en juego.

A continuación, el equipo emparejó las muestras con las grabaciones de chillidos reproducidos por medio de bocinas bajo el agua que correspondían al mismo delfín del que provenía la muestra de orina, o bien a una muestra que no correspondía.

Los delfines permanecieron cerca de la bocina más tiempo cuando las vocalizaciones coincidían con las muestras de orina, indicando que dos líneas de evidencia juntas generaban mayor interés.

El equipo investigador sugirió que las principales proteínas y lípidos en la orina, posiblemente eran responsables de que los delfines puedan distinguir su firma química.

«Dadas las capacidades de reconocimiento reveladas en nuestro estudio, pensamos que es posible que los delfines también puedan extraer otras informaciones de la orina, como su fase reproductiva, o usar feromonas para influir en el comportamientos de otros», aseguraron.