Tras 12 años de espera, los Boston Celtics sellaron este domingo su regreso a las Finales de la NBA al imponerse 100-96 en la cancha de los Miami Heat en el séptimo y definitivo partido de la eliminatoria.
Dando la vuelta a una temporada que se creía perdida, los Celtics se proclamaron campeones de la Conferencia Este (4-3) y pugnarán con los Golden State Warriors por el 18º anillo de su historia, que les convertiría en la franquicia más ganadora de la historia de la liga de básquetbol.
Los Heat fueron todo el partido por detrás en el marcador del FTX Arena pero tuvieron una oportunidad de oro de ponerse por delante en la recta final.
Jimmy Butler, que tuvo otra titánica actuación de 35 puntos y 9 rebotes, falló un precipitado triple a 16 segundos del final cuando los Celtics solo tenían una ventaja de dos puntos (98-96).
«Pensé en ir a por la victoria, y lo hice. Fallé un tiro, pero lo asumo», explicó Butler. «A mis compañeros les gustó el tiro así que puedo vivir con ello».
Marcus Smart (24 puntos) sentenció el triunfo desde la línea de tiro libre y, tras la bocina, los jugadores de los Celtics corrieron a felicitar al dominicano Al Horford (5 puntos y 14 rebotes), que jugará sus primeras Finales a los 35 años.
«Este grupo es especial. Estoy feliz de compartir este momento con estos chicos», dijo emocionado el pívot cinco veces All-Star.
Butler, que el viernes forzó este séptimo partido con 47 puntos en Boston, jugó los 48 minutos de partido en un intento desesperado de cargar con un equipo mermado por las lesiones de figuras como Tyler Herro, Kyle Lowry y el propio Butler.
La exhibición de pundonor del escolta no alcanzó para que Miami tuviera una revancha en las Finales tras su derrota en 2020 ante los Lakers de LeBron James.
«No fue lo suficientemente bueno. No hice lo suficiente», lamentó. «Las estadísticas no significan nada. Aprendí que tengo que ser mejor y lo seré. Vamos a volver mejor que nunca».
Los Celtics, por su parte, jugarán sus 22º Finales en las 75 temporadas de la NBA. Su última participación concluyó con una derrota en 2010 frente a los Lakers de Kobe Bryant y Paul Gasol.
El último festejo de esta aristocrática franquicia fue en 2008 también ante los Lakers, cuando se hicieron con su 17º anillo con un equipo que lideraban Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen.
– Del undécimo puesto a la final –
La estrella actual de Boston, el joven Jayson Tatum, firmó el domingo 26 puntos y fue elegido con el primer premio MVP (Jugador Más Valioso) de las finales del Este, bautizado en honor a la leyenda Celtic Larry Bird.
«Superar el bache con este grupo significa todo (…) No mucha gente creyó en nosotros, pero ha salido bien», declaró Tatum, que jugó con una muñequera con el número 24 de Kobe Bryant y los colores de los Lakers, el archirrival de Boston.
«Era mi ídolo, mi aspiración, mi jugador favorito», explicó Tatum sobre Kobe. «Hoy me puse algunos vídeos de él antes del mayor partido de mi carrera. Quería honrarlo y compartir este momento de alguna forma».
Los Celtics, que habían caído en cuatro finales de conferencia desde 2010, dos de ellas ante Miami, rompieron esta vez la barrera en una temporada que muchos daban por perdida.
A mediados de enero, los Celtics ocupaban la undécima posición del Este, fuera incluso de las plazas del repechaje a playoffs.
Algunas voces llamaban a romper la dupla de jóvenes estrellas que forman Tatum y Jaylen Brown (24 puntos) y otros a destituir a Ime Udoka, debutante como entrenador jefe en la liga.
Pero la franquicia mantuvo su apuesta y reaccionó con fuerza hasta concluir en la segunda plaza de la fase regular.
En los playoffs eliminaron a los Nets de Kevin Durant y Kyrie Irving y a los Bucks de Giannis Antetokounmpo, los vigentes campeones.
– Última oportunidad –
El domingo, los Celtics arrancaron con fuerza frente a unos Heat que se apoyaban exclusivamente en Butler y Adebayo, que terminó con 25 puntos y 11 rebotes.
Butler, persiguiendo aún el primer anillo de su carrera, anotó 18 puntos en el segundo cuarto permitiendo a Miami irse al vestuario con seis puntos de desventaja (55-49) y soñando con la remontada.
Los Celtics se mantuvieron firmes y llegaron con 12 puntos de distancia a falta de tres minutos pero Miami peleó por el milagro y con un triple de Max Strus se acercó 98-96.
Smart perdió la pelota y Butler, con 16 segundos en el reloj, se precipitó lanzando un triple que se quedó corto e hizo esfumarse todas las opciones de los Heat.
Ahora el último obstáculo de Boston para coronarse como la franquicia más ganadora son los Warriors de Stephen Curry, que quieren revivir la dinastía con la que ganaron tres anillos entre 2015 y 2018.
El único enfrentamiento entre ambos en las Finales ocurrió en 1964 con triunfo de Boston.