Michael Lin, nuestro protagonista, hasta el momento parece no haberse arrepentido de su decisión, tomada en mayo de 2021. «Cuando dejé Netflix en mayo de 2021, todo el mundo pensó que estaba loco. Mis padres se opusieron primero», explica para Business Insider.
Lin pensó que la gran oportunidad de su vida había llegado y que la mejor opción era dejar su trabajo en Amazon, allá por 2017, para apostarlo todo por Netflix. 420.000 euros anuales, comida gratis y tiempo libre remunerado ilimitado, ¿quién no sueña con un trabajo así?
Pues bien, cuatro años le costó a Lin darse cuenta de que estaba desperdiciando su vida y que había cometido un error. Ni si quiera la advertencia de su mentor en Netflix, quién le aconsejó encontrar otro trabajo antes de irse, le sirvió a Lin para marcharse en cuanto pudo.
Y es que este lo define de una forma muy filosófica: «tenía puestas unas esposas de oro». Este afirma que todo empezó a tornarse oscuro a los dos años.
«Los proyectos y las reuniones se mezclaban, y se sentían como pequeñas variaciones de cada uno después de un tiempo», señala. «El trabajo de ingeniería empezó a sentirse como un copiar y pegar», añade.
Por un lado, la pandemia de COVID-19 lo complicó todo, ya que con el cierre de las oficinas en marzo de 2020, todas las mejores partes del trabajo, la socialización, los compañeros de trabajo, las ventajas, comenzaron a desaparecer.
Hacia la segunda mitad de su tiempo, comenzó a ver como su trabajo comenzó a ser como un copia y pega. A esto hay que sumarle la imposibilidad de realizar cambios de rol horizontales en la empresa, teniéndole así completamente frustrado.
Con todo esto, el toque de atención no tardó en llegar por parte de su jefe. «Me dijo que tenía que participar más en la migración de ingeniería del equipo y ser más comunicativo. En sus palabras, tenía que mejorar en estas áreas ‘si quería seguir en el equipo'», explica Lin. El trato comenzó a ser menos amable de lo que fue en un principio.
Sin duda, la pandemia lo cambió todo aunque también sirvió para que nuestro protagonista se diese cuenta de que había que realizar un cambio. Recogió todo y se marchó. «Me di cuenta de cuál era el verdadero coste de las esposas de oro. El coste es tu juventud, tu tiempo y tu vida», explica.
Ver a algunas personas de su entorno morir por la pandemia le hizo reflexionar sobre el tiempo que estaba perdiendo, por lo que decidió dar un paso adelante y formar su propia empresa.
«Puedes morir de COVID antes de que tus sueños se hagan realidad. Y cuanto más se posponga un sueño, mayor será el riesgo de que nunca se realice. Así que si hay algo que quieres, tienes que ir a por ello ahora mismo», finaliza / ComputerHoy.