Boston, Estados Unidos. Acariciando su cuarto anillo desde 2015, los Warriors de Stephen Curry pueden finiquitar las Finales de la NBA en el sexto partido del jueves en la cancha de los resistentes Celtics, que ya han salido antes de situaciones límite en estos playoffs.
El juego arrancará a las 21H00 locales (01H00 GMT) en el TD Garden de Boston (Massachusetts) y será la primera de las dos oportunidades de conquistar el anillo que se han ganado los Warriors, que dominan la eliminatoria 3-2.
El lunes, Golden State fue capaz de doblegar a la temible defensa de los Celtics pese a que Curry, su líder anotador, estuvo insólitamente desacertado, quedándose sin anotar un triple por primera vez desde 2018.
El alero canadiense Andrew Wiggins asumió la responsabilidad con 26 puntos y 13 rebotes y se confirmó como el complemento perfecto para la vieja guardia de los Warriors que forman Curry, Draymond Green y Klay Thompson, que juegan juntos sus sextas Finales.
Los Celtics encajaron una segunda derrota consecutiva, por primera vez en esta postemporada, y ahora se ven contra las cuerdas después de que solo una memorable exhibición de Curry (43 puntos) les apartara el viernes de tomar una ventaja casi definitiva de 3-1.
– «Estamos en nuestra casa» –
Aunque ninguno de sus miembros tiene experiencia previa en las Finales, los Celtics se aferran al espíritu de resistencia que han demostrado durante toda esta temporada.
El equipo que dirige el debutante Ime Udoka supo salir de un profundo bache a inicios de año para catapultarse desde su undécima posición de la Conferencia Este en enero a un segundo puesto al final de la fase regular.
En playoffs eliminaron a los Nets de Kevin Durant y Kyrie Irving y a los Bucks de Giannis Antetokounmpo, los vigentes campeones, a quienes remontaron una desventaja 2-3 como la que tienen ante Golden State ganando los dos últimos juegos.
En las finales del Este, la barrera donde habían chocado cuatro veces desde 2010, levantaron también un 1-2 en contra frente a los experimentados Miami Heat, saliendo airosos de otro decisivo séptimo partido.
«Nos hemos visto obligados a jugar toda la temporada con la espalda contra la pared. Nos hemos acostumbrado a ello y ya forma parte de nuestra naturaleza. Es otro partido difícil pero estamos en nuestra casa», declaró el miércoles el base Marcus Smart, que apeló a la legendaria historia de su franquicia para afrontar el reto.
«Definitivamente es algo que nos motiva. No solo a mí, a este equipo, para poder hacer algo especial y tener nuestros nombres junto con los de esos tipos», dijo Smart en referencia a líderes de los 17 campeonatos de Boston como Bill Russell, Larry Bird o Paul Pierce.
«Es un honor que se hable de esa oportunidad. Es algo en lo que definitivamente pensamos», reconoció el actual Mejor Jugador Defensivo de la NBA.
– «Nadie está celebrando» –
Los Warriors, por su parte, tratarán de aislarse de la olla a presión del TD Garden y concentrarse solo en finiquitar el trabajo, ya que su brillante recorrido en las Finales incluye también una debacle histórica.
En 2016, Golden State se convirtió en el único equipo que ha desperdiciado una ventaja de 3-1 en unas Finales. Los Cavaliers de LeBron James les arrebataron el anillo ganando los tres últimos juegos de la serie.
«Hemos pasado por eso antes, sí… En aquel momento, éramos demasiado impacientes. Así que, aunque estemos en una buena posición, aún no hemos conseguido nada. La misión sigue siendo la misma, ganar cuatro partidos», recalcó Klay Thompson.
«Tenemos dos oportunidades de ser campeones, pero sabemos que va a ser muy difícil. Por eso nadie está celebrando en el vestuario», coincidió el técnico Steve Kerr.
«Vamos a tratar de mantener nuestras emociones bajo control», dijo de su lado Curry. «No tiene que ser perfecto, solo tenemos que jugar el mejor partido del año, en términos de intensidad y concentración».
El base, gran favorito al MVP de estas Finales, aclaró que su apagón en el quinto partido no la ha restado un ápice de confianza en su tiro y sus compañeros esperan una espectacular reacción de su líder el jueves.
«No metió ningún triple de nueve intentos. Va a estar furioso de cara al sexto partido, y eso es exactamente lo que necesitamos», auguró Draymond Green.