Las pruebas y el tratamiento temprano para la hepatitis C podrían ayudar a 71 millones de personas en todo el mundo que viven con la enfermedad y a su vez prevenir problemas de salud a largo plazo, como enfermedades hepáticas y cáncer, explica el doctor Omar Massoud, jefe de Hepatología de Cleveland Clinic, a propósito de la conmemoración del Día Mundial de la Hepatitis, el 28 de julio.
“Todo el mundo debería hacerse la prueba de Hepatitis C, la forma más común, pero también la más mortal, de las Hepatitis. El desafío es que la mayoría de las personas no se dan cuenta de que tienen hepatitis C, ya que la enfermedad a menudo no presenta síntomas. Si los pacientes con hepatitis C no se someten a pruebas, entonces no pueden recibir tratamiento, y si no buscan tratamiento, pueden correr el riesgo de una enfermedad hepática grave, cáncer de hígado, la necesidad de trasplantes de hígado o incluso la muerte. Para cuando tengan síntomas y busquen tratamiento para la cirrosis, puede que sea demasiado tarde”.
A menudo la hepatitis C es causada por prácticas de inyección inseguras o atención médica precaria.
Si bien los medicamentos antivirales pueden curar alrededor del 95 por ciento de las infecciones por hepatitis C, muchas personas que contraen la enfermedad viven en países de ingresos bajos a medios que pueden enfrentar desafíos en el diagnóstico y tratamiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene como objetivo reducir las nuevas infecciones de hepatitis en un 90 por ciento y las muertes en un 65 por ciento para 2030.
“Acercando el cuidado de la hepatitis a ti”, es el lema que la OMS ha determinado para el Día Mundial de la Hepatitis 2022. Conforme a sus estimaciones más recientes, cada año en toda la Región de las Américas se producen 67, 000 nuevas infecciones por el virus de la hepatitis C, y 84, 000 muertes. Asimismo, solo en 22% de las personas con hepatitis C crónica llega a diagnosticarse y solo 18% de ellas reciben tratamiento.
El abordaje de la hepatitis C ha mejorado enormemente en los últimos cinco años, enfatizó el doctor Massoud. “La buena noticia es que más del noventa por ciento de los casos de hepatitis C se curan en dos o tres meses”, afirmó. “Los pacientes con hepatitis ya no necesitan inyecciones, solo necesitan tomar cápsulas simples, fáciles y seguras con pocos o ningunos efectos secundarios”.
Actualmente, existen vacunas solo para la Hepatitis A y la Hepatitis B, las cuales pueden tratarse con medicamentos.
El doctor Massoud también destacó los desafíos de las madres embarazadas que tienen hepatitis, especialmente las hepatitis B y C. Las madres que tienen hepatitis B casi siempre se la transmiten a sus hijos. Las madres embarazadas con hepatitis B deben ser evaluadas y tratadas para disminuir la posibilidad de transmisión. A su vez, sus infantes también deben ser vacunados. Para las madres que tienen hepatitis C, existe una probabilidad muy baja, de alrededor del 5 por ciento, de que transmitan el virus a sus hijos, quienes luego requerirán tratamiento.