Washington, Estados Unidos. Steve Bannon el antiguo asesor del expresidente estadounidense Donald Trump accedió a testificar en las audiencias en el Congreso sobre el asalto contra el Capitolio, a pocos días de ir a juicio por ignorar una citación para comparecer ante el comité que investiga el ataque, reportaron el domingo varios medios.
«El señor Bannon está dispuesto, y de hecho prefiere, testificar en su audiencia pública», indicó su abogado, Robert Costello, en una carta fechada el sábado dirigida al Comité del Congreso que investiga los hechos, que fue inicialmente citada por el diario británico The Guardian y después por medios estadounidenses.
Bannon está en la lista de decenas de personas llamadas a testificar sobre el asalto contra el Capitolio en enero de 2021. Entonces una multitud irrumpió en el Congreso, enardecida por las afirmaciones sin fundamentos hechas por el expresidente Trump de que la victoria de Joe Biden en las elecciones se debió al fraude.
Los investigadores creen que Bannon y otros consejeros de Trump puedan tener información sobre vínculos entre la Casa Blanca y la turba que invadió el Capitolio en día que Joe Biden iba a ser certificado como ganador de las elecciones por el legislativo.
Pese a que en ese momento Bannon no era un funcionario de la Casa Blanca, ni tampoco asesoraba a Trump, sus abogados habían argumentado que estaba protegido por los privilegios atribuidos a la función presidencial y que no tenía que cooperar con la investigación.
Según la misiva, Bannon dijo al Comité de la Cámara de Representantes que ahora «las circunstancias han cambiado».
«El presidente Trump decidió que está en sintonía con el interés del pueblo estadounidense renunciar al privilegio del ejecutivo en el caso de Stephen K. Bannon, para permitirle al señor Bannon que cumpla con la citación emitida por su Comité».
En noviembre del año pasado, Bannon se entregó al FBI por cargos de desacato al Congreso por negarse a testificar sobre el asalto al Capitolio.
El asalto que dejó cinco muertos, consiguió retrasar durante varias horas la ceremonia conjunta en la que el Senado y la Cámara de Representantes certifican oficialmente al ganador de la elección.