EstambulTurquía. Ucrania y Rusia abrieron este miércoles en Estambul discusiones con diplomáticos de la ONU y Turquía para intentar romper el bloqueo de las exportaciones de granos por el mar Negro, que hizo disparar los precios y crea un riesgo de hambruna en numerosos países.

Las discusiones de expertos militares de las cuatro partes, las primeras cara a cara de rusos y ucranianos desde el 29 de marzo, comenzaron a las 14H15 (11H15 GMT) y buscan establecer corredores seguros en el mar Negro, indicó a la AFP un responsable turco.



Ucrania es uno de los mayores exportadores mundiales de trigo y otros cereales. Unos 20 millones de toneladas de grano están actualmente bloqueados en los puertos de la región de Odesa por la presencia de buques de guerra rusos y de minas, colocadas por Kiev, para defender su costa.

En una entrevista al diario español El País, el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano Dmytro Kuleba se mostró relativamente confiado en un resultado positivo de este encuentro.



«Estamos a dos pasos de conseguir un acuerdo con Rusia», estimó Kuleba. «Si ellos realmente quieren, las exportaciones de cereales empezarán pronto», agregó.

Pero Kuleba sospecha que Rusia bloquea esos envíos para privar de ingresos a Ucrania: «Saben que si exportamos, recibiremos ingresos de los mercados internacionales y esto nos hará más fuertes», dijo.

Turquía, miembro de la OTAN y aliada de ambos bandos en el conflicto, dice que tiene 20 buques mercantes esperando en el mar Negro que podrían ser cargados rápidamente con grano ucraniano.

 

– Bombardeos en el sur –

 

La reunión en Estambul precede a otra que tendrá lugar la semana próxima en Teherán entre los presidentes ruso, Vladimir Putin, y turco, Recep Tayyip Erdogan, que se celebrará al margen de una cumbre tripartita con Irán sobre Siria.

El objetivo de Erdogan es sentar en la mesa de negociaciones a Putin y el presidente ucraniano Volodimir Zelenski, pero por el momento la situación en el terreno parece que no da margen para ello.

Ucrania aguarda una nueva ofensiva rusa en la región oriental de Donetsk, que forma parte del Donbás, parcialmente bajo control de separatistas prorrusos desde 2014.

La otra provincia del Donbás es Lugansk, que las fuerzas rusas afirman tener totalmente bajo su control.

El ejército ruso no ha lanzado ninguna ofensiva importante desde que doblegó los últimos focos de resistencia ucraniana en Lugansk a principios de mes.

Sin embargo, bombardeos rusos el domingo en un edificio residencial de Chasiv Yar, en la misma cuenca minera, dejaron al menos 45 muertos según el último balance de la seguridad ucraniana.

En Bajmut, otra localidad de Donetsk, se escucharon el martes disparos de artillería en el casi desierto centro de la ciudad.

«No se puede huir de la guerra y nunca se sabe dónde va a estar», resumió Liubov Mojaieva, una agrónoma de 60 años.

En el frente sur, Ucrania declaró haber golpeado entre lunes y martes a las fuerzas rusas en Nova Kajovka, provocando la muerte de 52 soldados y la destrucción de un depósito de municiones.

Las autoridades de ocupación instaladas por Moscú denunciaron al ataque como un «acto de terrorismo» en el que fueron destruidas viviendas.

También en el sur, en Mikolaiv, un ataque ruso destrozó un edificio matando a por lo menos cinco civiles, dijo el miércoles el jefe adjunto de la administración presidencial, Kiril Tymoshenko.

 

– Ayuda de EEUU y la UE –

 

Estados Unidos acusó a Irán de estar por enviar «centenares de drones» a Rusia, una información que Moscú se negó a comentar este miércoles.

Irán reaccionó el martes a estas declaraciones afirmando que «no hay ningún desarrollo» particular de cooperación tecnológica entre Teherán y Moscú.

Los drones han desempeñado un papel crucial en los combates entre el ejército ruso y las fuerzas ucranianas, ya que permiten detectar blancos para atacar con artillería, realizan misiones de reconocimiento y lanzan ataques.

Washington anunció el martes que destinará 1.700 millones de dólares adicionales en ayuda para Ucrania. Con ello, el total de ayuda estadounidense para Ucrania desde el inicio de la guerra alcanzó 4.000 millones de dólares.

En Bruselas, los ministros de Finanzas de los países de la Unión Europea (UE) aprobaron 1.000 millones de euros (1.004 millones de dólares) para Ucrania, con lo que su aporte a Kiev asciende a 2.200 millones de euros desde el 24 de febrero, cuando Rusia lanzó la invasión de Ucrania.