El salsero panameño Rubén Blades cuestionó que las manifestaciones que desde hace más de dos semanas ocurren en su país se centren en la rebaja de los precios del combustible y los alimentos y no en la lucha contra la corrupción.

Los reclamos de las protestas «son de índole económica», pero «no constituyen un ejemplo de la ira de un pueblo cansado de ser abusado por sus gobernantes, ni son una expresión de cansancio y crítica cívica ante la corrupción política», dijo Blades en una publicación en su página de internet.



«Dolorosamente para este observador, Panamá luce éticamente quebrada», dijo el cantautor, quien reside en Estados Unidos. «Nuestros rascacielos no logran ocultar la ruina moral que proyectamos», sostuvo el también ganador de numerosos premios Grammy y Grammy Latino. 

Panamá, con 4,2 millones de habitantes, presenta una de las mayores crisis sociales desde que en 1989 cayó la dictadura militar del general Manuel Antonio Noriega, tras la invasión estadounidense.



El país ha sido escenario de manifestaciones y cortes de carreteras para exigir al gobierno de Laurentino Cortizo que baje los precios de la gasolina, los alimentos y las medicinas, mientras que algunos sectores también piden medidas contra la corrupción y el despilfarro de los recursos públicos.

El domingo, el gobierno y un grupo de organizaciones anunciaron un acuerdo para rebajar el precio de los combustibles y poner fin a los bloqueos de vías, pero el pacto fue roto a las pocas horas por los convocantes de las protestas.

Blades considera que Panamá vive bajo un «paradigma administrativo que ha institucionalizado a la corrupción» con leyes «que inmunizan y protegen a funcionarios públicos corruptos» y un sistema legislativo y judicial «dañado».

Por eso, el intérprete de «Pablo Pueblo», «Pedro Navaja», «Decisiones» o «Patria» -una de las canciones que más suena durante las manifestaciones- lamentó que los reclamos no representen «una protesta organizada contra el sistema partidista, ni un rechazo al clientelismo político, a la mediocridad».

«El pueblo no ha exigido lo que en verdad necesitamos: la sustitución del corrupto y desfasado paradigma político que nos destruye moral y económicamente», dijo el autor de 74 años.

Blades, que disputó las elecciones presidenciales de Panamá en 1994 y fue ministro de Turismo en el gobierno de Martín Torrijos (2004-2009), ha escrito diversos artículos en el último año contra la corrupción en su país.