En República Dominicana existen numerosas narraciones sobre supuestos avistamientos de seres sobrenaturales o fantasmas, entre los que sobresale la leyenda sobre la «Rubia de Las Américas», una mujer que murió en un accidente hace décadas y «todavía atormenta a taxistas y choferes de carros públicos».

La mujer murió, según narraciones de residentes en el sector Villa Duarte, entre 1978 y 1980 en un accidente de tránsito en la avenida Las Américas, en el tramo comprendido entre el hospital Darío Contreras y el puente Juan Carlos, ubicado en la avenida Charles de Gaulle, en Santo Domingo Este.



«Yo trabajaba como taxista en esa zona, cuando una noche me paró una mujer y me dijo que la llevara a su casa en la urbanización Las Frutas. Cuando estábamos llegando al lugar, vi hacia atrás y no había nadie en el carro. No hice parada, no sé que pasó», dijo el chofer Fursy Santos.

«Me dijo que la llevara a la calle Costa Rica con San Vicente de Paúl. Me fui por esta última vía y al llegar a la Costa Rica no había nadie en el vehículo. los temblores se apoderaron de mi, pero nunca perdí el control y seguí hacia adelante», dice.



De acuerdo a Juan Julio Gómez en el periódico El Nacional, otras narraciones también involucran a mujeres. Una de ellas se origina en la avenida Máximo Gómez, en el tramo comprendido entre las calles Américo Lugo y Pedro Livio Cedeño.

Allí han ocurrido «avistamientos de fenómenos extraños», según versiones de personas residentes en las inmediaciones del cementerio de la avenida Máximo Gómez.

«Antes que la capital creciera, esa zona no estaba tan habitada. Una noche regresaba a casa luego de participar en un velatorio en el Ensanche La Fe. Cuando caminaba cerca de la Pedro Livio, vi a una mujer blanca, sentada a orillas del cementerio. Era cerca de la 1:00 de la madrugada, en 1983. Luego se puso de pies y desapareció frente a mi vista», afirmó Pedro Andújar quien residía en Villa Juana.

Además, algunos afirman haber escuchado cadenas arrastrándose en horas de la madrugada, mientras otros aseguran que sus seres queridos, ya fallecidos, intentan comunicarse con ellos de alguna manera.

También hay historias sobre casas encantadas en La Vega y la carretera que comunica a Villa Mella con la provincia Monte Plata, donde muchas personas afirman haber observado fenómenos extraños.

Cierto o no, son narraciones basadas en creencia en lo sobrenatural, un mundo que a muchos les fascina, mientras a otros les causan risa.