La dominicana Marileidy Paulino conquistó la medalla de plata de los 400 metros del Mundial de Eugene, donde ya poseía un oro en relevos mixtos, mientras la bahameña Shaunae Miller-Uibo se proclamó por primera vez campeona mundial.

Miller-Uibo, doble campeona olímpica, se impuso en la prueba con un tiempo de 49.11 segundos, por delante de Paulino, que concluyó con 49.60, y de Sada Williams (Barbados) con 49.75.



La bahameña, de 28 años, protagonizó una dominante actuación en el Hayward Field de Eugene (Estados Unidos) para coronarse por primera vez monarca mundial de la distancia, después de su derrota de Doha-2019 ante Salwa Eid Naser (Baréin).

Naser no pudo competir en los Juegos Olímpicos de Tokio-2020 ni en este Mundial debido a una sanción por no estar localizable para tres controles antidopaje.



Paulino, quien fue segunda tras Miller-Uibo en Tokio-2020, aspiraba a tomarse la revancha de la bahameña en Eugene en una temporada en la que estaba imbatida en carreras de 400 metros y poseía la mejor marca del año.

La dominicana, de 25 años, no logró el triunfo pero puede presumir de una segunda medalla en Eugene después del oro en la jornada inaugural del 15 de julio con el relevo mixto 4×400.

«Me voy muy contenta», aseguró Paulino a la prensa. «Yo me defino como una persona que hizo un buen trabajo, incluso mejor que la primera, porque yo ya tenía 4×400».

A su lado, la joven dominicana Fiordaliza Cofil, también oro en los relevos mixtos, concluyó en la sexta posición de los 400 metros con 50.57.

«Es un honor para mí representar a mi país y que vean que yo también puedo. Pero necesitamos más apoyo y más consideración e igualdad para todos», demandó Cofil, de 21 años.

– Atleta descalza –

En una intensa semana, en la que compitió en cinco pruebas de 400 metros (dos de relevos mixtos y tres individuales), Paulino se confirmó como una de las mayores figuras del atletismo latinoamericano, que como región suma cinco oros y su plata en este Mundial.

«Para mí es algo histórico porque (los atletas de) Latinoamérica, a través de mí, estamos sacando la cara», aseguró Paulino. «Latinoamérica tiene mucho talento natural y es un don que Dios nos ha dado».

Oriunda del pueblo de Nizao, Paulino apenas practica atletismo desde los 19 años, cuando descubrió que con su talento y condiciones físicas podía ayudar a mejorar la situación económica de su familia.

La dominicana ha relatado que en sus inicios corrió descalza hasta que logró que le prestaran unas zapatillas y luego pudo comprar las suyas propias.

En los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2018, donde quedó cerca del podio en las competencias individuales y logró el bronce en el relevo 4x100m, comprobó que podía hacerse profesional y tres años después todo el mundo del atletismo conocía su nombre gracias a dos platas en los 400 metros individuales y en los relevos mixtos de Tokio.

Con todas esas etapas cumplidas, Paulino no dudó en apuntar lo más alto posible para su próxima gran meta.

«Quiero romper el récord del mundo» (47.60), aseguró. «No se cómo lo voy a hacer, pero tengo la certeza de que lo conseguiré».