Una familia coreana, que reside en Estados Unidos, demandó a una funeraria por 50 millones de dólares porque, según denuncian, casi entierran a la persona equivocada debido a una confusión “devastadora” cuando daban el último adiós a su madre de 93 años.
Los parientes de Kyung Ja Kim, fallecida el 10 de noviembre de 2021, se percataron de que algo andaba mal cuando se reunieron para el funeral con el ataúd abierto de su ser querido en la iglesia Promise de Leonia, el 13 de noviembre.
Este lunes, la hija de Kyung Ja Kim, Kummi Kim, contó que el dueño de la funeraria sabía que la persona que yacía en el féretro no se parecía a su madre. Sin embargo, él “respondió con una expresión muy clara de negación y consternación por la pregunta, como si Kummi no apreciara una apariencia diferente después de la muerte”, afirma la demanda.
En consecuencia, la hija pensó que la “apariencia alterada” de su progenitora podía deberse al proceso de embalsamiento y a la aplicación de un fuerte maquillaje mortuorio y de pelo falso, así como a “algún tipo de relleno como el bótox”.
La agraviada narró que la mujer en el ataúd se llamaba igual que la fallecida, pero era unos 20 años más joven y tenía una dentadura natural, mientras que Kyung Ja Kim usaba una postiza.
“Para aumentar la conmoción y el disgusto por el mal manejo del cuerpo de la difunta, los empleados de la funeraria colocaron la dentadura postiza bajo la almohada del ataúd con el cuerpo equivocado dentro. También había sido vestido con la ropa de su madre.”, dice la demanda.
Tras verse expuesto, el dueño de la funeraria pidió a la otra familia que compartiera una foto de su supuesta pariente, a lo que Kummi Kim pudo confirmar, por fin, que era su madre real, según el documento de la acción judicial.
Solo en esas circunstancias, Chong ordenó levantar el féretro de la tumba y lo llevaron de vuelta a la funeraria.
Tras solucionar la confusión e intercambiar los cadáveres, se llevó a cabo un segundo sepelio; sin embargo, muchos de los familiares no pudieron darle el último adiós a la señora Kyung Ja Kim, ya que algunos viajaron desde Corea por unos cuantos días.