El presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez, encabezó este martes el acto conmemorativo del 159 aniversario de la Guerra de la Restauración de la Independencia Nacional, que incluyó el depósito de una ofrenda floral en el Panteón de la Patria, en la calle Las Damas de la Ciudad Colonial.
El también abogado hizo un llamado al Poder Ejecutivo y al Congreso Nacional para que dejen sin efecto los decretos números 1383, del 24 de octubre de 1975, y el 3473, del 6 de julio de 1978, en los que se apoya jurídicamente la permanencia de las cenizas del general Pedro Santana en el Panteón de la Patria.
Señala el Diario Libre que al ser abordado por la prensa, Gómez Ramírez manifestó: “Acudimos a este augusto recinto a presentar nuestro respeto a los dominicanos de gloria que asumieron con determinación y coraje la defensa de nuestra Independencia Nacional arrebatada de manera inconsulta por el nefasto general Pedro Santana, quien incurrió en el crimen de anexar nuestro territorio a España, en 1861, convirtiéndonos de Estado en una provincia ultramar”.
En la actividad, que contó con la participación de la presidenta de la filial duartiana en Perú, Leydis Sánchez, el presidente del Instituto Duartiano afirmó que el Panteón de la Patria es un espacio religioso que le es “absolutamente ajeno a Santana”.
“Santana fue quien traicionó a la Patria y asesinó patriotas”, dijo el jurista, alegando que las acciones positivas del general terminaron empañadas con el intento anexionista.
Agregó que “la traición santanista, precedida de numerosos crímenes, injustas ejecuciones y desmanes, determinan que las cenizas de este sean exhumadas de este sacro lugar reservado a los buenos dominicanos que han defendido de manera consistente nuestra soberanía y libertades”.
“Es hora ya de retornar los restos de Pedro Santana a la fosa de la parroquia Santa Cruz de El Seibo, de donde fueron desenterrados en 1978”, proclamó Gómez Ramírez.
La ofrenda floral fue conducida por soldados bajo pasos de orden cerrado, seguidos por la comitiva duartiana. Al llegar a la llama votiva en la parte central del panteón, éstos depositaron la corona, colocaron en torno al fuego flores con los colores de nuestra bandera y procedieron a firmar el libro de honor reservado a los presiden estos tributos.
