La psiquiatra Ivelisse Acosta afirmó que cobra protagonismo la pobre salud mental que existe en la población dominicana y es visible en la irritabilidad, la ansiedad y la desesperanza crónica que trae la depresión, factores que están incidiendo en que cualquier problemita se constituya en un gran problema.
Acosta destacó entre los factores que están asociados al alto riesgo de cometer actos violentos, el alcohol, los problemas del tránsito que se convierten en situaciones irritantes, conjuntamente con la mala educación.
“La gente viene de su casa problematizado con una pobre visión de miras, con bloqueos, y lo que desplaza en un rayoncito o toque de bocina, sumado al problema que trae explota haciendo que mate a alguien por una situación de tránsito que no es esperable”, expresó al ser entrevistada en el programa Toque Final con Julio Martínez Pozo, que se transmite por Antena 7.
Explicó, además, que hay muchos mecanismos de defensa implícitos que dan al traste con la estabilidad de la gente en la calle, por lo que se debe andar con mucho cuidado porque no se sabe con el problema, el trastorno mental o la perturbación emocional que tienen los demás.
La especialista de la psiquiatría explicó que la expresión de la violencia en la República Dominicana es un problema multifactorial y que la mayoría de los hombres entienden que su hombría se alcanza en el momento en que logran tener un arma de fuego, y que el porte y tenencia de armas es un factor de alto riesgo para cometer actos violentos.
Indicó que otro factor es la visión del hombre hacia la mujer siempre en un nivel inferior, verla como un objeto y, por lo tanto, entender que ella no es libre de tomar decisiones, por ejemplo, cuándo quedarse y cuándo irse, que puede poseerla y manejarla a su antojo.
Al preguntarle qué pueden hacer la sociedad y el Gobierno para contrarrestar esos comportamientos, Acosta precisó que la violencia es un problema crónico, tras destacar que existe la tendencia social de los medios de comunicación de buscar pautas para paliar el problema cuando hay figuras de notoriedad pública involucradas, es en ese momento cuando se entiende que hay que buscar salidas.
“La violencia es un problema muy grave arraigado en la sociedad y que tiene componentes éticos, morales, sociales, culturales, económicos y de todo tipo”, manifestó.
Dijo que el país está pasando por modelos que incitan la violencia y que es necesario implementar políticas para paliar ese mal, como crianza con valores, estilo de vida sano, comunicación, apoyo, solidaridad y entendimiento.
“Que haya cero impunidad, un ejercicio político más limpio, que nuestros políticos no sean sinónimo de corrupción y engaño. Más bien, fomentar la buena cultura que queremos alcanzar”, expresó.
Aunque valoró la importancia de las redes sociales como herramientas de comunicación, destacó que a través de estas muchas veces se fomentan modelos de conductas inadecuados que impactan de manera muy negativa a la juventud y que con la cultura de las reproducciones y vistas en sus publicaciones la gente está buscando “me gusta” como sea.
En tanto, informó que la respuesta emocional a la visión del sufrimiento humano ya no es la misma de antes. “Ya se ha visto a tantas personas sufriendo a través de los medios que a la mayoría no le produce efecto… entonces esos mecanismos están subyacentes en los medios de comunicación y tenemos que frenarlos, la violencia está siendo promovida sin darnos cuenta”, manifestó.