Ciudad del Vaticano, Santa Sede. El papa Francisco invitó este lunes a los jóvenes a «ser artesanos de la paz» tras reconocer que en estos momentos «la humanidad corre un grave peligro».
«Como bien saben estamos atravesando tiempos difíciles para la humanidad, que corre un grave peligro. Esto es de verdad: estamos en grave peligro», recalcó el papa ante un grupo de unos 300 jóvenes en peregrinación en Roma desde Bélgica.
«Sean embajadores de la paz, para que el mundo descubra la belleza del amor, de la fraternidad, de la convivencia, de la solidaridad», pidió el pontífice.
El papa argentino, volvió a manifestar su preocupación por la guerra en Ucrania, que ha sumido a Europa en la crisis de seguridad más grave desde la Segunda Guerra Mundial.
El domingo, ante unos 50.000 fieles que asistieron a la canonización de un obispo italiano que dedicó su vida a los emigrantes europeos en Argentina a comienzos del siglo XX, el pontífice instó al mundo a aprender de la historia, refiriéndose a las amenazas de guerra nuclear en Ucrania.
En esa ocasión recordó el Concilio Vaticano II celebrado hace 60 años así como el peligro de guerra nuclear que en aquel entonces amenazaba al mundo por la llamada crisis de los misiles en Cuba, como se denomina el conflicto diplomático entre Estados Unidos, la Unión Soviética y Cuba en octubre de 1962, generado a raíz de la instalación de bases con misiles nucleares soviéticos en la isla caribeña.
«¿Por qué no aprender de la historia? También en aquella época había conflictos y grandes tensiones, pero se eligió la vía pacífica», afirmó el papa.
La prensa católica italiana recuerda este lunes el llamado a la paz que lanzó Juan XXIII desde Radio Vaticano que logró detener a las naves soviéticas cargadas de misiles mientras se dirigían hacia Cuba, cuando ya estaba preparado el bloqueo naval estadounidense para interceptarlas.
Detrás de ese histórico llamado papal había un delicado trabajo diplomático del Vaticano, gracias a una red enorme de relaciones internacionales y a una cordial relación epistolar entre el papa con Jhon F. Kennedy y Nikita Khrushchev, los dos líderes de las superpotencias.
Tras su contribución al diálogo entre la Unión Soviética y Estados Unidos por la paz en el mundo, Juan XXIII decidió escribir la encíclica «Pacem in terris», publicada en 1963.
