Los jóvenes zaragozanos Zaira Andrés y Marco Ferrer llevan dos meses y medio asentados en Punta Cana (República Dominicana), donde trabajan en el terreno de la fotografía y la realización y producción audiovisual. En este corto lapso ya han pasado por un huracán, Fiona, que inundó parcialmente su piso a pesar de ser un tercer nivel. Afortunadamente, no sufrieron daños personales y pudieron reanudar su actividad cotidiana a los dos días.
Este miércoles, ambos celebraron el día del Pilar desde el Caribe; tenían cachirulo, que Zaira lució en pose jotera delante de la capilla de Nuestra Señora del Pilar de Punta Cana, que pertenece a la parroquia del mismo nombre en la provincia de La Altagracia. Si se hace caso a la jota, aunque la Virgen del Pilar no quiera ser francesa y sí capitana de la tropa aragonesa, parece que tampoco tiene problema en ser dominicana.
La capilla de Nuestra Señora del Pilar (también llamada nuestra señora de Punta Cana) está en el Village, barrio principal de esta localidad turística, situado muy cerca de la playa y a apenas 10 minutos del aeropuerto internacional de la localidad, el más activo del país.
Fue fundada el 13 de abril de 2003, como iniciativa de la comunidad y del Grupo Punta Cana, dinamizador de la zona desde hace medio siglo. La diseñaron los arquitectos Juanchi Zorrilla, Trini Baquero y Ernesto Buch, y la construcción corrió a cargo de Héctor Peña Zorrilla.
La capilla tiene planta de cruz latina, con la cabecera en el este, en dirección al mar. La nave central tiene terrazas porticadas a ambos lados, que se comunican mediante portales en dicha nave. En consonancia con la apuesta por la naturaleza del Grupo Punta Cana, el diseño arquitectónico y la obra contemplaron el uso de materiales naturales, como son la piedra caliza y la coralina.
En el templo destacan dos hermosos medallones de cerámica, que representan a Nuestra Señora de La Altagracia y a Nuestra Señora del Pilar de Punta Cana, ambas obras del artista dominicano Thimo Pimente. | El Heraldo