Popularmente se utiliza de manera indistinta los términos de serpiente, víbora o culebra para referirse a cualquier reptil que cumpla con las características de alguna de estas especies. Sin embargo, en el mundo científico existen diferencias muy puntuales entre estos animales pertenecientes a diferentes subgrupos.
Para identificar a cualquiera de estos ejemplares se debe tener en cuenta la zona geográfica y las diferencias taxonómicas puntuales que hay entre estas especies.
Serpientes
De acuerdo con Diego Gutiérrez Ascención, especialista en herpetofauna de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las serpientes forman parte de un grupo mayor del cual se desprenden las víboras y las culebras, comentó para la revista científica National Geographic.
La principal característica de este animal salvaje es su cuerpo alargado y cilíndrico, no tiene extremidades y son consideradas de “sangre fría”. La mayoría de las subespecies que forman parte de esta familia de reptiles no son venenosas, sin embargo esto no significa que si una persona es atacada no tenga que acudir a un chequeo médico.
El biólogo Rodrigo Aymerich Bien, de la Sección Acción Social del Instituto Cledomira Picado (U.C.R) de Costa Rica, consideró que las personas tienen que acudir a un chequeo después de ser atacadas por alguna serpiente.
En su estudio Serpientes de Costa Rica, publicado de manera digital en la biblioteca de dicha institución académica, el biológico consideró que las diferencias puntuales que hay entre estas especies son desconocidas por la mayoría de la población.
“Su piel es seca y no húmeda o babosa como la de los anfibios. No son ciegas, gracias a una serie de órganos especiales pueden sentir el calor y oler, detectando lo que se encuentra a su alrededor”, describió el especialista.
A nivel mundial hay 11.000 tipos de especies de reptiles de las cuales 3.700 son serpientes.
Son animales salvajes cuyas funciones biológicas dependen directamente de la temperatura de los lugares en las que habitan, por ejemplo en temporadas de frío algunas hibernan, mientras que el resto disminuye sus actividades, describe el Instituto Nacional de Limnología (INALI) de Argentina en su página oficial.
Esta especie tiene una alta adaptabilidad a los ecosistemas, de hecho los únicos dos espacios en el mundo a los que no se han podido ambientar son en los polos.
Víboras
Este grupo pertenece a la familia viperidae o vipéridos y son, sin excepción, altamente venenosas. Sus colmillos son tipo solenoglifo, es decir, alargados y huecos con un canal en el cual inoculan su toxina, debido a esta característica la cabeza de esta especie es de forma triangular.
Tienen escamas quilladas, lo que significa que la zona media tiene una forma abultada. En todo el mundo existen un total de 329 especies de víboras entre las cuales destacan las más venenosas que son Taipán del interior, Marrón, Krait taiwanés y Taipán de la costa, de acuerdo con el INALI.
La mayoría de estos animales son altamente peligrosos para las personas, algunas de sus toxinas podrían matar a un adulto en tan solo 45 minutos.
Culebras
Esta subcategoría de las serpientes pertenece a la familia colubridae, en su mayoría no son venenosas, tienen las escamas lisas y la cabeza suele ser del mismo tamaño que del diámetro de su cuerpo.
Diego Gutiérrez Ascensión, especialista de la UNAM, dijo para National Geographic, que hay tipos de culebras aglifas, es decir que no tienen inoculadores de veneno, sin embargo este patrón no se encuentra en la mayoría puesto que hay algunas que el colmillo venenoso lo tienen al fondo de la mandíbula superior.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año se producen 5.4 millones de mordeduras de serpientes, de las cuales al menos la mitad terminan en casos de envenenamiento.
En un informe publicado en su página oficial, la organización específica que la mayor cantidad de estos casos se dan en África, Asia y América Latina, regiones en las que también se registran la mayor cantidad de muertes por envenenamiento por los sistemas de salud frágiles que tienen. | Infobae.