Un jurado de Los Ángeles entró en deliberaciones este viernes para decidir el destino del productor caído en desgracia Harvey Weinstein, quien enfrenta acusaciones adicionales de abuso sexual que podrían dejarlo tras las rejas por el resto de su vida.

Si es condenado, el hombre que en el pasado fuese uno de los más poderosos de Hollywood, podría ser sentenciado a otros 140 años de prisión.



El productor de 70 años enfrenta siete cargos, incluyendo violación y sexo oral forzado contra mujeres en hoteles de Beverly Hills y Los Ángeles entre 2004 y 2013. Weinstein se declaró no culpable.

Durante un mes los doce miembros del jurado escucharon testimonios de mujeres que acusaron al magnate del cine de engañarlas para acorralarlas en cuartos de hotel.



Las mujeres, entre ellas la primera dama de California Jennifer Siebel-Newsom, detallaron encuentros sexuales que habrían transcurrido en contra de su voluntad y bajo coerción física o psicológica.

Varias de las acusadoras lloraron durante sus testimonios, afirmando que suplicaron a Weinstein detenerse mientras él las tocaba, o las obligaba a practicarle sexo oral o a verlo masturbarse.

Afirmaron mantener silencio por temor a represalias debido al poder de Weinstein.

La fiscalía lo caracterizó como un depredador que utilizó su influencia para presionar y abusar de mujeres de forma impune, aprovechándose además de su corpulencia física para intimidarlas.

La defensa rebatió que las relaciones de Weinstein fueron consensuales y se centró en la idea de que todos los encuentros fueron transaccionales, con mujeres que buscaban una oportunidad en la competitiva industria del cine, en la cual él reinó por muchos años.

– «Poderoso» –

El productor de éxitos cinematográficos como «El artista» o «Good Will Hunting» cumple desde 2020 una condena de 23 años de prisión en Nueva York, también por violación y agresión sexual, un veredicto que marcó un hito del movimiento #MeToo.

«Es hora de poner fin al reino de terror del acusado», dijo la fiscal Marlene Martínez el jueves como parte de sus argumentos finales.

«Conocemos la conducta del acusado», agregó Martínez. «Se creía tan poderoso, que la gente podría disculpar su comportamiento (…) Harvey siendo Harvey. Así es Hollywood, y eso fue lo que mucha gente hizo durante mucho tiempo. Todos miraban para otro lado».

Este viernes, en su cierre, la defensa dijo que la parte acusadora falló en presentar evidencias que prueben que los encuentros sexuales entre Weinstein y sus acusadoras no fueron consensuales.

«Confía en mi palabra» es, según la defensa, el caso presentado por la fiscalía.

El abogado defensor Alan Jackson desmereció los testimonios de las mujeres que se sentaron frente al jurado afirmando que se trataba de mentiras, o de personas que en el pasado buscaban impulsar sus carreras a través de contactos íntimos.

En su intervención, Jackson dedicó una mención aparte a la primera dama de California.

Siebel-Newsom atestiguó haberse reunido con Weinstein en 2005 para conversar sobre su posible incursión en Hollywood, pero en contrapartida fue violentada por el magnate del cine.

«[Siebel-Newsom] no se puede meter en su cabeza que siendo exitosa, bien educada y bien criada, siendo una mujer refinada, tuvo sexo consensual con Harvey Weinstein a cambio de una oportunidad», dijo Jackson.

«Arrepentimiento no es violación. Uno no tiene derecho a reescribir su historia, indistintamente de con quién se casó», agregó, aludiendo al esposo de Siebel-Newsom, el gobernador de California y exitoso político demócrata Gavin Newsom.

Detalles íntimos y sobre la fisonomía de Weinstein fueron expuestos y detallados durante los testimonios, observados en silencio por el hombre responsable de impulsar carreras como las de Matt Damon o Ben Affleck.

El productor no testificó en su defensa.