Luego de dos años de haber iniciado un momento histórico para todos; la aparición de una pandemia, es lógico que muchos arribamos al 2022 con grandes expectativas y grandes deseos de transformación. En un año en el que probablemente nos pusimos como meta cambios que nos permitieran afianzar los pasos, ha sido un reto encontrar como mantenernos en tierra.
Aun así, ver atrás es convencerse de que, aunque Dios a veces permite platos salados, también provee el agua para calmar la resequedad causada. En una temporada social en la que todo parece haberse puesto de cabeza, es confortante recordar que todo se corrige y todo sana… a su tiempo.
Comprendo perfectamente la frustración que muchos pueden sentir al revisar ese ¨Check List¨ y darnos cuenta de que aún faltan algunos ítems por cotejar y solo nos quedan dos días del año. Que probablemente no estas en el lugar ni condiciones que planificaste el pasado mes de enero y que sientes paralizado el tiempo y muy pequeñas tus posibilidades. No obstante; quiero decirte a ti que te encuentras sintiendo que no lograste esas metas, que no bajaste esas libras, que no terminaste esa carrera, que no saldaste ese préstamo… Quiero decirte que recibir el nuevo año es también una nueva oportunidad para continuar cumpliendo. Un nuevo período para no dejar de intentarlo.
No existen los superpoderes y aunque en ocasiones las redes, el mundo del espectáculo y las ¨críticas constructivas¨ de gente que nos brinda ¨su humilde opinión¨ nos hagan sentir incompetentes, lentos y desmotivados, la vida no es una carrera de distancias, sino de resistencia. Como decía el autor Mark Manson en su libro ¨El Sutil arte de que te importe un carajo¨ es más valioso aquello que si lograste, aquello que fue verdadero, inmediato y trascendente para tu vida, no para la sociedad. Es esa la clave de vivir favorablemente.
Acércate a aquellos que te motivan al próximo año hacerlo mejor, que te ayudan a encontrar las herramientas para seguir avanzando, hay batallas donde es más probable ganar si las vives acompañado. Identifica esos puntos donde podrías hacerlo mejor y diferente y lánzate.
Estoy segura de que este ha sido un año retador para muchos y ya sea que tengas en tu check list metas personales, profesionales o económicas, te prometo que el sol eventualmente también saldrá para ti y si no, entonces Dios nos enviara la manera de soportar la oscuridad, porqué su voluntad es siempre buena, no siempre agradable, pero siempre perfecta.
Es cierto, quizás no logramos todo lo que nos planteamos este año y tal vez vemos muy lejos alcanzar los objetivos, pero confía en tu voz interior, no dejes de seguir buscando el camino y permanece en la ruta. Es tu disciplina, resistencia y compromiso el que te permitirá lograrlo.
El camino continúa… ¡FELIZ 2023!