¿Cuándo fue la primera vez que escuchaste al Colegio Médico Dominicano (CMD) demandar la eliminación de las ARS? ¿Hace cinco años? ¿Hace 10 años? Pero las igualas médicas, ahora ARS, tienen 50 años de existencia. ¿Quieres saber por qué pasaron 40 años sin ninguna acusación de la AMD ni del CMD?
Desde 1970 el presidente Balaguer estimuló la creación de las igualas médicas privadas. Dispuso la afiliación de cientos de miles de funcionarios y empleados de las Secretarías de Estado, de las instituciones autónomas, descentralizadas y de las empresas públicas.
Además, centenares de empresas privadas inscribieron a decenas de miles de trabajadores, técnicos y profesionales. Y decenas de miles de afiliados del IDSS insatisfechos ingresaron a las igualas, junto a sus familiares, mediante pactos colectivos logrados por las centrales sindicales.
La ineficiencia del Seguro Social puede medirse porque la mayoría de sus afiliados prefería un doble descuento de sus limitados salarios, antes que depender de una atención médica gratuita, pero incierta del IDSS. Para el afiliado de a pie, lo más importante es un buen servicio de salud, sea público o privado. No juega con su salud.
En menos de una década, ya existían más de 36 igualas médicas privadas debido a la ineficiencia del IDSS. Es crucial entender que todas esas igualas fueron creadas por grupos de médicos que eran propietarios de las principales clínicas privadas del país.
El Dr. Eduardo Roedán, Clínica Gómez Patiño, creó la iguala “Grupo Médico Asociado” (GMA); el Dr. Abel González, el “Seguro de Igualas Médicas Abel González” (SIMAG). El Dr. Luis E Betances, el “Seguro Médico Luis Betances” (SMLB); el Dr. Logingo Alcántara, el “Seguro de Igualas Médicas Alcántara y Gonzáles” (SIMAG); e igual hizo el Dr. José Yunén, entre otros más.
El Dr. Luis Fernández, creó el “Servicio Dominicano de Salud” (SDS) y el Dr. Rafael González Victoria, la “Administración de Servicios Médicos” (ASDME). Esas fueron las dos únicas igualas médicas “sin clínicas propias” pero, en cambio, mantenían contratos con las principales clínicas privadas del país.
A principios de los 80, los afiliados voluntarios a las iguales duplicaban a los afiliados obligatorios al IDSS. Esas igualas gozaban de mayor aceptación general, a pesar de aumentar libremente el costo mensual, de las muchas limitaciones y exclusiones, y de operar sin ningún tipo de regulación ni control oficial.
Durante casi cuatro décadas las igualas médicas dominaron el escenario, sin que la Asociación Médica Dominicana (AMD) planteara que debían desaparecer. Tampoco se objetó su inclusión en el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS). Todo lo contrario, se demandó la creación del SENASA y se fundó la ARS del CMD.
¿Por qué las igualas médicas privadas no fueron cuestionadas y se les trató con gran complacencia durante cuatro décadas? Porque todas esas igualas eran propiedad de los médicos, garantizando jugosas ganancias, para sus dueños y para las clínicas a las que pertenecían.
¿Por qué se produjo un cambio tan radical e intransigente?
La Ley 87-01 transformó las igualas médicas en ARS, les asignó funciones reales de control y monitoreo para garantizar el equilibrio del Plan Básico de Salud (PBS). Muchos médicos vendieron sus igualas a empresarios, perdiendo la clase médica el control de la administración del riesgo.
Queda claro que el argumento del CMD de que las ARS son simples intermediarias carece de consistencia, ya que nunca lo utilizaron durante casi cuatro décadas, cuando los médicos eran sus propietarios, y a pesar de que operaban sin la regulación que existe ahora.
Más bien, su rechazo radical se fundamenta en dos razones básicas: 1) la pérdida del control de las ARS y del poder de fijar libremente las tarifas y honorarios; 2) la reducción de la práctica liberal de la medicina, ahora sujeta a protocolos, fiscalización, control de costos, y vigilancia para reducir la sobrefacturación y los fraudes.
Paradójicamente, la AMD/CMD que auparon a las igualas médicas, cuando operaban sin regulación, ni control sobre el plan de beneficios y su costo, hoy quieren eliminar a las ARS, a pesar de que la Ley 87-01 las reguló, estableció un PBS único, les prohibió fijar la cápita, les estableció sanciones y creó a la SISALRIL para supervisarlas. ¿Lo lógico no sería reclamar mejor supervisión de la SISALRIL? ADS/468/12/01/2023.
Por Arismendi Díaz Santana