En medio de reclamos de justicia, fueron sepultados el mediodía de este martes 14 de febrero en el cementerio de El Ingenio, al sur de Santiago, los restos de Donaly Joel Martínez Tejada, muerto a tiros por un agente de la Policía Nacional durante la celebración del carnaval el pasado domingo.
«Quiero que el caso de mi nieto no quede impune, como suele pasar cuando un policía mata a alguien en este país», declaró entre sollozo Isaura Martínez, abuela del niño.
Instó a la Dirección General de la Policía Nacional a educar a sus alistados, para evitar que una mala actuación de los miembros de la uniformada, como sucedió con su pariente, enlute otra familia dominicana.
La señora describió a su nieto como un niño decente, buen estudiante, alegre y cariñoso, que disfrutaba el sonido de los fuetes en el carnaval.
Vanessa Martínez, tía del menor de edad, se mostró confiada de que la justicia hará un ejemplo en el caso de su sobrino.
“Tengo la esperanza de que se hará justicia contra el asesino de Donaly», pronunció.
Detalla el Diario Libre que durante el cortejo fúnebre se vieron escenas de dolor, que conmovieron a la multitud que acompañó a los padres y demás familiares a darle el último adiós al niño.
Durante el recorrido hacia su última morada, la música urbana y el sonido de los mofles de motocicletas se confundían con el llanto de los deudos.
Mientras, parte de la multitud pronunciaban consignas exigiendo «justicia para Donaly».
El niño, estudiante meritorio de sexto grado, es el mayor de dos hijos de la pareja Mery Tejada y Antony Martínez. Fue herido mortalmente mientras se encontraba sentado en una silla, cuando los uniformados se presentaron a las inmediaciones de la avenida Las Carreras esquina calle Mella, a incautar el equipo de sonido con el que escuchaban música en el frente de la peluquería su padre, Antony Martínez.
El crimen mantiene consternada a toda la sociedad dominicana.
