Rusia juzgó este lunes que el plan propuesto la semana pasada por China para resolver el conflicto en Ucrania «merecía la atención», pero que las condiciones necesarias para una solución «pacífica» no están reunidas «por ahora».

«Consideramos el plan de nuestros amigos chinos con una gran atención (…) Es un largo proceso. Por ahora, no vemos las premisas para que este asunto pueda tomar una vía pacífica», declaró a la prensa el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov. «La operación militar especial (en Ucrania) continúa», agregó.



El viernes, justo un año después del inicio de la ofensiva rusa, China publicó un documento de 12 puntos en el que llama a Moscú y Kiev a negociaciones de paz.

Pero si China busca imponerse como mediador en este conflicto, su posición de aliada de Rusia la descalifica ante los ojos de Occidente, que apoya a Ucrania.



Rusia y Ucrania no mostraron hasta el momento ninguna voluntad seria de iniciar negociaciones, y reaccionaron con prudencia a la propuesta del gigante asiático.

Por otra parte, el Kremlin calificó este lunes de «absurdo» el nuevo paquete de sanciones impuesto por la Unión Europea (UE) a Rusia el viernes, y que apunta contra 121 individuos y entidades.

«Todo esto es absurdo. Vemos que colocan bajo sanciones a cualquiera (…), solo para hacer nuevas listas», declaró Peskov, quien agregó que esas medidas no iban a «afectar» a las personas sancionadas.

Para el Ministerio ruso de Exteriores, las sanciones son «intentos fútiles e imprudentes» para «socavar nuestro sistema industrial y nuestro potencial financiero».

«Preparamos medidas de represalia (…) que seguirán siendo elaboradas bajo el principio de una estricta reciprocidad y de la inevitabilidad del castigo», afirmó Maria Zajárova, portavoz de la diplomacia rusa, en un comunicado.