No exagero al afirmar que la sociedad dominicana en su conjunto se sintió huérfana desde aquel aciago 5 de marzo del año 2012, día en que partió hacia la eternidad Rafael Corporan De los Santos.
El viejo Corpo como lo bautizara el pueblo, entregó su vida a los mejores aspectos de la solidaridad humana, fue en sus mejores tiempos exitoso empresario radial y televisivo pero sobre todo, amigo, fiel a sus principios, consecuente con el dolor humano y mano que se extendió hasta más allá de sus posibilidades para aliviar el sufrimiento de sus semejantes.
Hoy, once años después, esa década que hoy de cumple recordamos su risa franca, su inagotable sentido del deber y su incansable deseo de solucionar todos los problemas que se le presentarán. A once años de haber ascendido hacía planos más altos solo se me ocurre gritar a voz en cuello, Corporán sigue, ayyyyyy.
Por Alexis Barreras Corporán.