Más allá del debate sobre qué fue primero, si el huevo o la gallina, podemos decir que cada uno de estos animales pone un huevo al día.
Las condiciones ambientales pueden llegar a influir en el proceso de ovulación de la gallina. Si la luz es la adecuada, este proceso suele tener lugar por la mañana, a horas muy tempranas. Te contamos que es precisamente aquí cuando la yema desciende por el oviducto y, a lo largo de este proceso, se rodea de la clara, la membrana y la cáscara caliza.
Sin embargo, ese huevo no será el que ponga ese día. Todo el proceso de formación del huevo puede demorarse entre 24 o 26 horas.
Es decir, cada día la gallina produce el huevo que pondrá al día siguiente. Para que nazcan pollitos es necesario que el gallo fecunde a la gallina durante este período. Sin embargo, en las granjas de producción de huevos no hay gallos para evitar que los huevos que se comercializan estén fecundados.
Hay que tener en cuenta que para que el pollito se forme dentro del huevo será necesario un proceso de incubación por parte de la gallina de los huevos fecundados.
Para conocer el proceso de formación de los huevos debemos tener en cuenta que el aparato reproductor de las gallinas cuenta con dos partes diferenciadas: por un lado están las estructuras denominadas ovario y por otro lado el oviducto. El ovario de una gallina puede contar con más de 4.000 óvulos. Algunos de ellos se convertirán en pollitos si son fecundados por el gallo.
La ovulación comienza cuando la yema de huevo se desprende del ovario al romperse la membrana folicular. Cuando esto tiene lugar, la yema se deposita sobre la primera estructura del oviducto conocida como infundíbulo. Precisamente es en esta parte, con forma de embudo, donde el huevo puede ser fecundado. Además, es este punto se generan alguna de las partes más importantes del huevo, una de ellas la que impide que entre agua de la clara en la yema.