Seguramente lo sabes, pero al menos en nuestro país hay dos tipos de cebollas que son las más conocidas, se trata de la roja y la blanca. Es probable que todo este tiempo las hayas consumido sin saber si una es mejor que otra, y por eso a continuación te lo diremos.
¿Cuál es la diferencia entre la cebolla roja y la blanca?
Seguramente en algún momento has utilizado o consumido cebolla morada o blanca, pero no sabes si tienen un sabor diferente y aquí te lo decimos.
Cebolla roja
Ciertamente, lo que define la implementación de una u otra variedad de cebolla a la hora de cocinar, es el platillo en el que se vaya a implementar, ya que, de acuerdo con los expertos, además del color, estos bulbos presentan pequeñas diferencias que las hacen ideales para un guiso o para otro.
Por un lado, la cebolla morada es más utilizada en forma cruda debido a que su sabor es más tenue y dulce.
La cebolla roja resulta ideal para encurtidos, donde desfila acompañando platillos como ensaladas, cochinita pibil y hasta mixiotes.
Cebolla blanca
A diferencia de la cebolla morada, la cebolla blanca tiene un sabor más fuerte que, incluso se puede detectar desde que se adquiere, ya que su intenso olor se impregna rápidamente en el hogar.
Estas características hacen que las personas consuman este bulbo cocido, implementando su uso en caldos o guisos, pero, también rebajando su sabor al ser molida en crudo con otros ingredientes para la elaboración de aderezos y salsas.
Cabe destacar que existe gente que encuentra un grato placer en ingerir cebolla blanca cruda y esta práctica no tiene ninguna consecuencia negativa, al contrario, fortalece el sistema inmunológico debido a las propiedades, vitaminas y minerales que contiene.
Además de hacernos llorar, parece que la cebolla blanca o morada puede ser muy efectiva en la lucha contra el cáncer. Un grupo de científicos descubrió que la piel externa de la cebolla es rica en un conjunto de sustancias que ayudan a prevenir el cáncer, de acuerdo a un estudio publicado en Food Research International.
«Las cebollas activan vías que alientan a las células cancerosas a sufrir la muerte celular. Promueven un entorno desfavorable para las células cancerosas e interrumpen la comunicación entre las células cancerosas, lo que inhibe el crecimiento», expresa Murayyan, autor principal del estudio.