Usuarios del transporte Urbano de la ciudad de Santiago mostraron su rechazo a las pretensiones de algunas rutas de conchos de esta ciudad, de aumentar el precio del pasaje entre cinco, diez y quince pesos.
Rufina Domínguez Peña, una mujer residente en el sector Los Cocos de Jacagua, al norte de la ciudad de Santiago, y que trabaja en el parque de Zona Franca Víctor Espaillat Mera de Santiago, dijo que no ve apropiado en estos momentos en medio de la situación económica que vive el país, que los choferes pretendan incrementar el precio del pasaje.
Dijo que para llegar a su trabajo debe tomar cuatro carros, de ida y vuelta, y que lo poco que gana no le cubre.
Con relación al aumento, los directivos de la ruta C que ofrece sus servicios desde el casco urbano hasta la zona norte del municipio informaron que acordaron aumentar entre cinco y quince pesos, medida que rápidamente fue repudiada por todos los usuarios de la zona.
Los estudiantes que lleguen antes de las Tres Cruces deberán pagar 30 pesos, y los que lleguen hasta la escuela Mélida, serán 35 pesos.
En tanto que los alumnos que tomen el carro de concho hasta la escuela La Reforma deberán pagar 40 pesos.
Mientras que para los pasajeros de la población no estudiantil que lleguen hasta las Tres Cruces y hasta la planta de gas pagarán 35 pesos.
Indica el periódico Listín Diario que Los que tomen el carro hasta Gurabito deberán destinar 50 pesos y hasta el Hospedaje Yaque serán 75 pesos.
Luego de que se hiciera pública la información, usuarios del transporte reclaman del gobierno masificar el transporte como forma de contrarrestar los aumentos constantes del pasaje.
Piden alternativas
Ramón Toribio Mena, presidente de la junta de Vecino del sector Brisa del Norte, llamó al presidente para que agilicen con la construcción alterna en la ciudad de Santiago, tales como el teleférico y el Monorriel, para poder frenar los constantes aumentos de los empresarios del transporte.
El comunitario manifestó que los dueños de rutas aumentan el pasaje cuantas veces le da la gana y sin ningún tipo de control por parte de las autoridades, que deben ponerle control a eso.
