Las altas temperaturas pueden resultar agotadoras y, en ocasiones, peligrosas para nuestra salud. Para mantenernos frescos y protegidos durante los días calurosos, es importante tomar medidas adecuadas.
A continuación, te presentamos 9 consejos útiles para afrontar el calor de manera saludable.
Hidrátate constantemente:
El calor aumenta la transpiración y la deshidratación, por lo que es esencial beber agua con regularidad. Asegúrate de tomar al menos 8 vasos de agua al día. También puedes incluir bebidas refrescantes como jugos naturales o infusiones frías sin azúcar.
Viste ropa ligera y transpirable:
Opta por prendas de tejidos naturales como el algodón o el lino, que permiten una mejor ventilación de tu piel. Evita las telas sintéticas, que pueden aumentar la sensación de calor y sudoración.
Protégete del sol:
No salgas sin aplicar protector solar en todas las zonas expuestas de tu cuerpo. Elige uno con un factor de protección alto y reaplícalo cada 2 horas. Además, utiliza sombreros, gafas de sol y busca sombras para evitar la exposición directa al sol durante las horas más intensas.
Evita las horas pico de calor:
Cuando sea posible, trata de limitar tus actividades al aire libre durante las horas más calurosas del día, generalmente entre las 11 a.m. y las 4 p.m. Si debes salir, busca lugares frescos o a la sombra.
Refréscate con duchas o baños frescos:
Tomar una ducha o baño de agua fresca puede ayudarte a reducir la temperatura corporal y refrescarte. Además, puedes usar un paño húmedo para refrescar tu rostro, cuello y muñecas durante el día.
Ventila tu hogar adecuadamente:
Mantén las ventanas cerradas durante las horas de mayor calor y ábrelas por la noche para permitir la entrada de aire fresco. Utiliza ventiladores o acondicionadores de aire para mejorar la circulación del aire y reducir la sensación de calor en el interior.
Planifica tus comidas:
Opta por comidas ligeras y frescas que te ayuden a mantenerte hidratado. Incorpora frutas y verduras de temporada, ya que su alto contenido de agua te ayudará a mantener una buena hidratación. Evita comidas pesadas y calientes que puedan generar mayor sensación de calor corporal.
Practica ejercicio moderado:
Si eres aficionado al ejercicio, intenta realizarlo en horas más frescas del día, como temprano en la mañana o al atardecer. No te exijas demasiado y escucha a tu cuerpo. Recuerda hidratarte antes, durante y después de la actividad física.
Utiliza ventiladores o nebulizadores:
Si no tienes aire acondicionado, puedes utilizar ventiladores para mantener el flujo de aire en movimiento. También puedes considerar el uso de nebulizadores