Los Golden State Warriors esquivaron este miércoles la eliminación al vencer 121-106 a Los Angeles Lakers, que sufrieron la lesión de su figura Anthony Davis, mientras los New York Knicks ganaron a los Miami Heat y también alargaron su serie de playoffs de la NBA.
Los Warriors, vigentes campeones de la NBA, sobrevivieron a la primera de las tres oportunidades de clasificación con las que cuentan los Lakers y se acercaron 3-2 en esta semifinal de la Conferencia Oeste.
LeBron James (25 puntos y 9 rebotes) y sus Lakers tendrán su segunda opción el viernes frente a su público, pero quedaron en alerta máxima por el estado de Anthony Davis después de que este miércoles recibiera un codazo involuntario en la sien del pívot rival Kevon Looney.
Davis se retiró del partido a falta de siete minutos y medio para el final cuando sumaba 23 puntos y 9 rebotes. Una eventual baja del pívot en el sexto partido del viernes podría facilitar un vuelco en esta eliminatoria en la que los Lakers habían logrado una ventaja casi definitiva de 3-1.
Los Lakers no emitieron ningún reporte médico sobre Davis tras el juego aunque el entrenador Darvin Ham aseguró en la rueda de prensa que su jugador «parece estar ya bien, ese es su estatus ahora mismo».
Stephen Curry volvió a liderar a los Warriors con 27 puntos y 8 asistencias. Esta vez estuvo bien secundado por el alero Andrew Wiggins, con 25 tantos, y por el veterano Draymond Green, inusualmente activo en ataque.
El ala-pívot terminó con 20 puntos, su segunda mayor marca de toda la temporada, 10 rebotes y 4 asistencias.
– «Siempre creemos» –
Sin margen de error, los Warriors arrancaron el juego con fuerza y controlaron el marcador con apenas un paréntesis en el inicio del segundo cuarto.
Los Warriors lograron irse al descanso con una ventaja de 11 puntos (70-59) gracias a un espectacular triple de Curry sobre la bocina del medio tiempo.
Los Lakers habían contado en la primera mitad con un inspirado Dennis Schröder, que se fue al vestuario con 11 puntos, pero en la segunda LeBron y Davis estuvieron demasiados solos para contener un estirón de los Warriors, que llegaron a tomar una ventaja de 18 puntos en el tercer cuarto.
Aún así, el equipo angelino se negó a tirar la toalla con antelación y se mantuvo siempre a una distancia amenazante para los locales hasta que llegó la lesión de Anthony Davis.
Cuando ambos luchaban por ganar la posición bajo el aro, Looney golpeó con el codo en la cabeza a Davis, quien dejó el partido cuando los Warriors ganaban por 13 puntos (101-88).
Tras unos minutos aparentemente aturdido en el banquillo, el pivot se retiró caminando al túnel de vestuarios. Según la cadena TNT, Davis fue después trasladado en silla de ruedas al vestuario tras una primera evaluación que no habría detectado una conmoción cerebral.
Aunque una baja de Davis podría ser demoledora para los Lakers, los Warriors todavía tienen un largo camino por recorrer para levantar una desventaja de 3-1, una hazaña que solo ha sucedido 13 veces en la historia d la NBA.
«Siempre creemos en nosotros, con base en el éxito que estos jugadores han tenido y la confianza que han construido», recalcó Steve Kerr, el técnico que ha dirigido a Golden State a cuatro anillos.
– Knicks fuerzan el sexto partido –
En el primer partido de la jornada, los New York Knicks vencieron 112-103 a los Miami Heat y se acercaron 3-2 en esta semifinal del Este de la mano de su base Jalen Brunson, que anotó 38 puntos sin un minuto de descanso.
Los Heat de Jimmy Butler, que terminó con 19 puntos y 9 asistencias, pugnaron hasta el final por finiquitar la eliminatoria en el emblemático Madison Square Garden y ahora tendrán una segunda oportunidad el viernes en su cancha.
En un juego de máxima tensión, los Knicks fueron capaces de resistir la embestida final de los Heat, que amagaron con otra de sus fulminantes remontadas de playoffs.
De la mano de Butler y el escolta suplente Duncan Robinson, que logró 17 puntos con 5 triples en 22 minutos, los Heat redujeron una desventaja de 19 puntos en el tercer cuarto hasta forzar un final apretado que los locales solventaron gracias a su acierto desde la línea de tiro libre.
Con los Knicks contra las cuerdas, su técnico Tom Thibodeau hizo jugar 48 minutos a Brunson, que terminó con 38 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias, y al escolta Quentin Grimes (8 tantos), que logró un robo decisivo a Butler.
«En este momento, es lo que es», dijo Brunson sobre su falta de descanso. «Salimos a luchar. No nos desanimamos por los 10 puntos de desventaja en el primer cuarto. Simplemente seguimos luchando».