La justicia danesa rechazó el pedido de traslado a un penal femenino de un preso, que cambió de género durante su detención pero no se operó y que había sido condenado por violación, entre otros delitos.

La Alta corte del este de Dinamarca consideró el miércoles que la presencia de la presa en una cárcel para mujeres «plantea un riesgo de seguridad no insignificante para las mujeres detenidas».



El preso de 62 años hizo modificar su estado civil de hombre a mujer en 2015 durante su encarcelamiento por un caso de violación agravada, entre otros delitos.

El  intentó una acción en justicia contra la administración penitenciaria danesa y la cárcel de Hestedvester, situada en la aglomeración de Copenhague, pero dos tribunales decidieron que debía purgar su pena en una unidad reservada a los hombres, decisión confirmada por la Alta Corte del este.



La legislación danesa prevé que la revisión de un detenido, desvestido, debe ser realizada por una persona del mismo sexo.

La corte declaró que el hecho de que el detenido debe ser «revisado desnudo por hombres» y «suministrar una muestra de orina» bajo vigilancia de hombres no viola la ley de ejecución de penas, pues la referencia al género en la ley debe ser «comprendida como sexo biológico».

Esta corte también juzgó que el internamiento del detenido en una unidad masculina no viola sus derechos, pues no se decide con base en el desconocimiento del género legal, sino por razones de seguridad.