El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, denunció este martes la «brutalidad» de la guerra que lleva adelanta Rusia en Ucrania, tras la destrucción de una represa hidroeléctrica que provocó la evacuación de civiles.

«La destrucción de la represa Kajovka hoy pone en peligro a miles de civiles y causa graves daños ambientales. Este es un acto escandaloso, que demuestra una vez más la brutalidad de la guerra de Rusia en Ucrania», apuntó Stoltenberg en Twitter.



Poco antes, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, había asegurado en un tuit que Rusia rendirá cuentas por la destrucción de la represa.



«Estoy consternado por el ataque sin precedentes a la represa de Kajovka. La destrucción de infraestructura civil es claramente un crimen de guerra, y haremos que Rusia y sus representantes rindan cuentas», señaló.

El alcalde del municipio de Nova Kajovka, Vladimir Leontiev, afirmó en la red Telegram que «múltiples ataques alcanzaron la represa de Kajovka» y que esas acciones provocaron un «flujo de agua incontrolable».

Las aguas de esa represa se utilizan para enfriar los reactores de la central nuclear de Zaporiyia, que actualmente se encuentra bajo control de tropas rusas.

Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente el martes de la destrucción parcial de la represa, un acto que provocó inundaciones de pueblos próximos y evacuación de residentes.