A partir de la próxima legislatura el presidente del Senado de la República será un miembro del Partido Revolucionario Moderno (PRM), aseguró ayer el senador Franklin Romero, vocero del bloque de senadores oficialistas.
“Pueden contar con eso. Definitivamente que sí, que va a ser un perremeísta el nuevo presidente del Senado”, dijo confiado el Franklin Romero, destacando que esto forma parte del acuerdo que existe, y que además es una de las facultades que tienen los senadores de decidir quien será presidente a partir del mes de agosto próximo.
Aunque invitó a los medios “a esperar”, fue claro en destacar, que tanto la alta dirigencia del Partido Revolucionario Moderno como los integrantes del bloque senatorial se han puesto de acuerdo, por lo que solo resta esperar a ver quien será el senador elegido para presidir la asamblea senatorial.
De inmediato el congresista por la provincia de Sánchez Ramírez, Ricardo de los Santos recordó que mantiene sus aspiraciones a la presidencia del Senado y que el partido se comprometió públicamente a que este año habría una alternancia. “Es decir, nosotros estamos esperando y estamos seguros de que vamos a ser el próximo presidente del Senado a partir del próximo 16 de agosto”, expreso De los Santos.
¿El descontento senatorial?
Señala el periódico Hoy que en relación al pique senatorial perremeísta que dicen se sienten maltratados por algunos funcionarios y que se les da un trato excluyente a sus candidaturas dentro del partido, el senador Franklin Romero lo atribuyó a una cuestión de intereses que siempre se tiene que discutir y agregó que en el caso de los senadores que tienen sus aspiraciones, pueden surgir ciertas inquietudes con otros dirigentes a lo interno del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
“Eso es cuestión de intereses. Nos estamos poniendo de acuerdo y creo que vamos a salir muy de todo”, dijo con calma el senador por la provincia Duarte.
Romero aseguró que los senadores van a retomar los trabajos legislativos y que realizarán las sesiones, porque el desarrollo del país no se puede detener.
