Un niño de dos años ha tenido que ser operado de urgencia tras haberse tragado ocho agujas hipodérmicas, las utilizadas para inyectar medicamentos en el cuerpo y que, en esta ocasión, se estaban utilizando para inyectar medicamentos en vacas.
El suceso ocurrió el pasado sábado en Perú mientras el menor se encontraba jugando en la finca donde trabajaba su madre. Cuando esta se dio cuenta de lo que había pasado, fue inmediatamente traslado a un hospital. Allí los médicos tardaron alrededor de dos horas en retirar todas las agujas, que se encontraban dispuestas en diferentes partes del estómago y del tracto intestinal del niño.
Según han afirmado los sanitarios, una vez abrieron el abdomen del menor, pudieron encontrar «los cuerpos metálicos» fácilmente. «Las agujas estaban cortadas en su parte distal y encontramos dos en el peritoneo del lado derecho, otra que entró en el epiplón, tres en el lado izquierdo, uno en la pared abdominal y dos estaban peligrosamente abajo entre la vejiga y el recto», ha comentado uno de los médicos.
El niño no sufrió daños graves y, tras retirarle las agujas con éxito, se encuentra ingresado en el hospital, donde permanecerá unos días más para recuperarse de la cirugía.
Las agujas se usaban para suministrar medicamentos a vacas
De acuerdo con los familiares del pequeño, las agujas que ingirió eran utilizadas para inyectar medicamentos a las vacas. Se las tragó accidentalmente mientras jugaba en la finca donde trabajaba su madre, ubicada en una provincia al norte de Perú.