El presidente chino Xi Jinping anunció este miércoles en una reunión con su homólogo Nicolás Maduro en Pekín el fortalecimiento de las relaciones con Venezuela, que serán elevadas a su máximo nivel.
«Estoy muy contento de anunciar junto a usted la elevación de las relaciones entre China y Venezuela a un nivel de asociación estratégica para todo tiempo», dijo Xi según imágenes retransmitidas por la televisión estatal.
Este es el nivel más alto de las relaciones diplomáticas chinas. Solo un puñado de países (Pakistán, Rusia, Bielorrusia) tienen este trato.
China mantiene relaciones estrechas con el gobierno de Maduro, aislado internacionalmente, y es uno de los principales acreedores de Venezuela, cuyo PIB cayó 80% en una década por el efecto de la crisis económica.
China «como siempre, apoyará firmemente los esfuerzos de Venezuela para salvaguardar la soberanía nacional, la dignidad nacional y la estabilidad social, y apoyará firmemente la causa justa de Venezuela de oponerse a la interferencia extranjera», dijo Xi a Maduro.
El líder sudamericanmo de 60 años busca apoyo para el ingreso de Venezuela a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), un grupo de economías emergentes que celebró su más reciente cumbre en agosto en Johannesburgo, donde anunció una ampliación a seis nuevos países, entre ellos Argentina.
«Podríamos catalogar el grupo de los BRICS ampliado como el gran motor para la aceleración del proceso de nacimiento de un mundo nuevo, de un mundo de cooperación donde el Sur Global tenga la voz primordial», sostuvo Maduro en una entrevista con la agencia estatal china Xinhua publicada el sábado.
– Sanciones –
Maduro fue recibido con su delegación en el Palacio del Pueblo, el monumental edificio donde se acostumbra acoger a los dignatarios extranjeros junto a la Plaza de Tiananmen.
El mandatario venezolano llegó a Pekín el martes después de una gira por Shanghái y otras ciudades chinas.
Su viaje inició su viaje el pasado viernes en Shenzhen y concluirá el jueves.
La visita es una reafirmación de la «amistad» que se afianzó en la era del fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013), quien encontró en China uno de sus principales aliados junto a Rusia, Turquía e Irán.
Maduro visitó Pekín por última vez en 2018 -su décimo viaje a China-, ocasión en la que elogió la visión de Xi de un «destino común para la humanidad».
Xi por su parte visitó Venezuela en 2014.
China prestó unos 50.000 millones de dólares a Venezuela, miembro de la OPEP, en la década de 2010.
Venezuela ha estado pagando la deuda con envíos de petróleo, del que posee algunas de las mayores reservas del mundo.
En 2018, año en que Maduro ganó unas elecciones que no fueron reconocidas por buena parte de la comunidad internacional por supuestas irregularidades, la deuda ascendía a 20.000 millones de dólares.
En 2019, Washington y una parte de la comunidad internacional reconocieron a Juan Guaidó, líder de la oposición y que se autoproclamó presidente interino. El mandatario estadounidense de aquel entonces, Donald Trump, impuso numerosas sanciones a Caracas.
La oposición venezolana puso fin en enero a esta presidencia interina al estimar que no había cumplido sus objetivos de cambio político.
El actual gobierno demócrata de Joe Biden, que sucedió al de Trump, mantiene que no reconoce a Maduro como presidente y sigue con la mayoría de sanciones.