República Dominicana rechazó las declaraciones del experto designado por la ONU para los derechos humanos en Haití, que expresó su «alarma extrema» por el cierre de la frontera binacional y pidió a las autoridades dominicanas reconsiderar su decisión.
El experto William O’Neill advirtió de «graves repercusiones» para ambos países por la decisión del presidente dominicano, Luis Abinader, de cerrar el pasado 14 de septiembre la frontera con su vecino hasta que las autoridades haitianas renuncien a la construcción de un canal para desviar agua del limítrofe río Masacre. Instó a las partes a negociar.
«Rechazamos de plano las declaraciones parcializadas y desafortunadas del Sr. O’Neill», respondió el gobierno de Abinader en un comunicado del ministerio de Exteriores. «Reiteramos que cualquier diálogo con Haití está condicionado a la detención efectiva de la construcción unilateral e ilegal del canal», añadió.
«El Gobierno dominicano expresa su profunda preocupación por la falta de respuesta de las Naciones Unidas ante la grave crisis humanitaria, de seguridad y política que afecta desde hace años a Haití», apunta el documento.
La inseguridad y la violencia que generan las bandas armadas en Haití hace que muchos productos esenciales como alimentos, equipos médicos y medicamentos se importen del país vecino.
«Directores de clínicas médicas de Haití me han dicho que no podrán atender a sus pacientes si se corta el acceso a la República Dominicana. Hay vidas en juego», advirtió O’Neill.
Haití recibe al menos 25% de los alimentos de Dominicana y muchas escuelas de la zona fronteriza compran en la frontera los alimentos para sus alumnos, aseveró el experto. El acceso al agua también se verá obstaculizado, agregó.
«Insto a la República Dominicana a que permita la entrega de todo tipo de ayuda humanitaria y bienes esenciales a Haití», dijo O’Neill en un comunicado emitido en Ginebra.
«La incesante violencia y las violaciones y abusos de los derechos humanos en Haití no permiten actualmente el retorno seguro, digno y sostenible de los haitianos al país», recordó.
Haití, el país más pobre de América, lleva años sumido en una crisis económica y política agravada por la violencia de las pandillas, que imponen la ley del más fuerte en buena parte del territorio.
«El Gobierno dominicano toma nota de la solicitud de dejar pasar ayuda humanitaria a Haití, pero reitera que la solución inmediata y definitiva de este problema está en manos de Haití», remarcó el comunicado de la Cancillería.