El exmandatario izquierdista Evo Morales se convirtió este domingo en el primer postulante a la presidencia de Bolivia para las elecciones de 2025, en medio de una creciente confrontación con el gobierno de su heredero político, Luis Arce.
«Hemos decidido aceptar los pedidos de nuestra militancia y de tantas hermanas y hermanos […] para ser candidato a la presidencia de nuestra querida Bolivia», afirmó Morales en sus redes sociales.
El exgobernante (2006-2019) de 63 años dijo que toma la medida «obligado por los ataques del gobierno», al que acusa de atentar «físicamente» contra su vida.
Morales es el primer político boliviano que anuncia su intención de postularse a la presidencia del país para las elecciones de octubre de 2025.
«Voy a dar todo lo que pueda. Tenemos fuerza todavía. Vamos a enfrentar con la verdad, dignidad y honestidad», agregó.
El mandatario aymara comenzó oficialmente su campaña para un cuarto mandato. Sus primeros tres fueron entre 2006 y 2019.
En 2019 dimitió, tras un nuevo intento de retener la presidencia, pero una revuelta popular estalló en octubre de ese año, cuando se lo acusó de haber ganado las elecciones de manera fraudulenta, una acusación no comprobada.
Morales salió primero exiliado hacia México y posteriormente hacia Argentina, desde donde hizo campaña para que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), con Arce a la cabeza, ganara las elecciones de 2020.
– Peleas internas –
Mientras Morales ya se puso el overol de candidato, el MAS tiene previsto realizar la próxima semana un congreso para conformar una directiva que organice, para diciembre o enero próximos, unas primarias para elegir e los candidatos a presidencia y vicepresidencia.
Morales y la cúpula del partido sostienen constantes cruces de declaraciones con ministros del presidente Arce, aunque éste se ha mantenido al margen de las disputas.
El exmandatario acusó en los últimos meses a los ministros de Gobierno (Interior), Eduardo del Castillo, y de Justicia, Iván Lima, de liderar acciones políticas en su contra y de tratar de involucrarlo en casos de corrupción.
En su reciente pronunciamiento sumó a la lista de oponentes a la ministra de la Presidencia María Nela Prada, brazo derecho de Arce.
La pelea interna en el oficialismo tiene como telón de fondo quién finalmente será el candidato por el MAS: o Morales o Arce. El presidente, en el poder desde noviembre de 2020, dijo que el tema de su reelección no está en agenda todavía.
En Bolivia se discute si Morales está habilitado o no para ser nuevamente candidato.
La Carta magna dice que el periodo presidencial es de cinco años y que puede haber reelección por una sola vez de manera continua.
El ministro Lima indicó que el Tribunal Constitucional debe resolver si sólo puede haber una única reelección o, como interpreta Morales, se permite a un exjefe de Estado una nueva candidatura si transcurre al menos un periodo presidencial.
El gobierno no ha emitido comentario sobre la decisión de Morales.
El sábado se conoció la declaración del ministro de Obras Públicas Edgar Montaño, un exaliado de Morales para quien el entorno del expresidente se mueve por «angurria de poder».
«Muchos de los que han estado siempre en el poder, ahora le rodean al compañero Evo y esos con seguridad le llevan información mentirosa, engañosa», aseguró.
«Tienes que alejarte de esas personas, porque de otra manera estarás llevando a la sepultura a nuestro instrumento político», el MAS, le pidió Montaño a Morales.
Entre los más estrechos colaboradores de Morales figuran los exministros de Gobierno, Carlos Romero, y de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.