Uber, Doordash y Grubhub fracasaron este jueves en su intento de lograr que la justicia suspendiera una medida de la ciudad de Nueva York que quiere fijar un salario mínimo para los repartidores de comidas en bicicleta, que se volvieron indispensables durante la pandemia.
«Bajo la lluvia, la nieve o el calor, nunca dejan de entregarnos (comida), y ahora podemos compensarles», se congratuló el alcalde demócrata de la ciudad de 8,5 millones de habitantes, Eric Adams.
Este «salario decente» es «un progreso considerable que acarreará enormes cambios» para estos trabajadores, se felicitó en X Gustavo Ajche, líder del movimiento «Los Deliveristas Unidos», así llamado por deformación de la palabra «delivery», el término en inglés para denominar la actividad de los repartidores.
De su lado, la plataforma DoorDash, a través de un vocero, calificó la decisión de la Corte Suprema del Estado de Nueva York como «resultado extremadamente decepcionante», considerando que «una tasa de remuneración tan extrema reducirá oportunidades y aumentará los costos para todos los neoyorquinos».
Uber, Doordash y Grubhub pueden apelar la decisión, que rechaza su recurso para suspender la medida de la ciudad.
Nueva York anunció en junio un salario mínimo horario de 17,96 dólares que será llevado a 19,96 dólares en 2025 y luego ajustado por inflación, para unos 60.000 repartidores en bicicleta que trabajan para estas aplicaciones.
Estos trabajadores no tienen el estatuto de asalariados ni los derechos inherentes a esta calidad.
Las plataformas recurrieron a la justicia y retrasaron la entrada en vigor de la medida, inicialmente prevista para el 12 de julio.
Según un estudio de la ciudad de Nueva York de noviembre de 2022, hasta ese momento los repartidores ganaban 14,18 dólares por hora incluyendo propinas de los clientes, y solo 7,09 dólares sin considerar propinas. A ese total debía restarse 3,06 dólares de gastos.