Estados Unidos comenzó el domingo a enviar ayuda militar a Israel y a acercar su fuerza naval al Mediterráneo, tras los sorpresivos ataques lanzados por la organización palestina Hamás.
En una llamada con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, el domingo, el presidente estadounidense Joe Biden anunció que «habrá ayuda adicional para las fuerzas armadas israelíes y habrá más en los próximos días», según un comunicado de prensa de la Casa Blanca.
Biden prometió «pleno apoyo al gobierno y al pueblo israelí tras los horribles y sin precedentes ataques de los terroristas de Hamás».
El primer paquete de ayuda militar «comenzará a enviarse hoy (por el domingo) y llegará en los próximos días», dijo en un comunicado el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin.
Señaló igualmente que había ordenado al grupo de ataque del portaaviones USS Gerald Ford, el buque de guerra más grande del mundo, que se dirigiera al Mediterráneo oriental, desde el mar Jónico, donde se encontraba.
La Fuerza Aérea también ha aumentado el despliegue de sus aviones de combate en la región, afirmó Austin.
«Estados Unidos mantiene sus fuerzas listas a nivel mundial para fortalecer la postura de disuasión si es necesario», subrayó.
– Estadounidenses rehenes de Hamás –
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, que multiplicó su presencia en los medios este domingo, compartió información según la cual entre las víctimas de los ataques había estadounidenses. «Estamos trabajando para verificarlo», dijo.
El embajador de Israel en Estados Unidos, Michael Herzog, indicó por su parte que entre el centenar de personas, civiles y soldados, secuestradas por Hamás en Israel hay ciudadanos estadounidenses.
Los contactos al más alto nivel entre funcionarios estadounidenses e israelíes aumentaron tras la ofensiva sorpresa lanzada desde la Franja de Gaza por el movimiento islamista palestino.
A pesar del apoyo unánime a Israel de la dirigencia política estadounidense, la situación institucional es complicada para el gobierno de Biden, ya que una de las dos cámaras del Congreso está paralizada tras la destitución de su líder la semana pasada por discrepancias internas entre los republicanos.
A casi un año de las elecciones presidenciales, Biden está bajo presión de una oposición republicana que lo acusa de debilidad en su defensa de Israel y en su política hacia Irán.
Blinken recordó el domingo en CNN que el presidente Barack Obama firmó un acuerdo con Israel en 2016 «para proporcionar 3.800 millones de dólares anuales en ayuda militar».
«Todo el Poder Ejecutivo (de Estados Unidos) se ha comprometido con toda la región, y más allá, para generar apoyo a Israel y garantizar que cada país utilice todos los medios que tiene, toda la influencia que tiene, para una retirada de Hamás y para garantizar que el conflicto no estalle en otros lugares», declaró en la cadena ABC.
Interrogado sobre una posible intención de Hamás de desencadenar hostilidades para descarrilar las discusiones – apoyadas por Washington – destinadas a normalizar las relaciones diplomáticas entre Israel y Arabia Saudita, el secretario de Estado demócrata declaró: «Eso podría ser parte de la motivación. Mire, ¿quién se opone a la normalización? Hamás, Hezbolá, Irán. Así que no sería una sorpresa.»
El número de muertos por la guerra entre Hamás e Israel ascendió este domingo a 370 en la Franja de Gaza y a «más de 600» en Israel, según los últimos informes de las autoridades respectivas, a los que se suman miles de heridos.