Nueva York empezará a limitar el periodo de estancia para las familias de solicitantes de asilo en refugios municipales, anunció este lunes la alcaldía de la ciudad, de la que actualmente dependen 64.000 inmigrantes.

Nueva York «empezará a avisar con 60 días de antelación a las familias con niños solicitantes de asilo para que busquen un alojamiento alternativo», explicó el alcalde Eric Adams, quien recordó que la ciudad está «llena y más allá de su punto de ruptura».



Solo la semana pasada, llegaron a esa urbe de 8,5 millones de habitantes unas 600 personas diarias de media, anunció el edil demócrata en un comunicado. 

Actualmente, dependen de los servicios municipales más de 64.000 personas de las 126.700 llegadas desde la primavera del pasado año, principalmente enviadas por bus desde estados como Texas, gobernados por republicanos, en protesta por la política migratoria del gobierno del demócrata Joe Biden, según datos de la alcaldía.



El alcalde se comprometió a «intensificar los servicios de asistencia social para ayudarles a explorar otras opciones de alojamiento y dar los siguientes pasos en su viaje» a los solicitantes de asilo, procedentes en buena parte de América Latina, y en particular de Venezuela.

Esta medida de limitar el tiempo de estadía en los albergues municipales ya había sido impuesta a hombres solos.

Obligada por ley a proporcionar un alojamiento gratuito a toda persona que lo solicite, el pasado agosto la alcaldía anunció que la crisis migratoria le costará a las arcas de la ciudad 12.000 millones de dólares en tres años.

La ciudad, que ya ha abierto más de 210 refugios de emergencia, incluidos 17 centros de ayuda humanitaria a gran escala, abrirá uno nuevo próximamente en el aeródromo naval de Floyd Bennett Field, en Brooklyn, donde dará cobijo a 500 familias con niños.

El alcalde de Nueva York, un expolicía afroestadounidense, ha sido uno de los abanderados de la batalla para exigir al gobierno federal a ofrecer una «solución nacional a una crisis nacional», a la que se han sumado gobernadores demócratas de otros estados afectados por la crisis migratoria.

Tras denunciar hace poco más de un mes que la inmigración «destruirá» a la ciudad, Adams ha pedido al gobierno federal que acelere los permisos de trabajo para que los solicitantes de asilo puedan independizarse económicamente.

«Durante más de un año, la ciudad de Nueva York ha liderado la respuesta a esta crisis nacional, pero se necesitan recursos adicionales significativos, coordinación y apoyo de todos los niveles de gobierno», insistió Adams.

«Con la actual oleada que estamos viendo, se necesita ahora un esfuerzo global y coordinado del gobierno federal para descomprimir la presión a la que está sometida la ciudad de Nueva York», recordó a sus correligionarios de Washington.