Es importante que las mujeres se familiaricen con los factores de riesgo del cáncer de mama para que puedan preguntar a su médico sobre los métodos y la frecuencia de detección adecuados, y sepan si ellas o sus familiares se pueden beneficiar del asesoramiento genético o de la medicación para reducir el riesgo, dice un experto del sistema de salud global Cleveland Clinic.
«Las pautas de detección del cáncer de mama, han cambiado a lo largo de los años y los consejos también varían entre los diferentes organismos de atención médica. Si las mujeres conocen sus factores de riesgo, pueden asegurarse de que se someten a las pruebas de detección de forma adecuada y también tomar medidas sencillas para reducir su riesgo siempre que sea posible”, dice Holly J. Pederson, directora de Servicios Médicos de Mama en el Centro de Mama de Cleveland Clinic.
La doctora Pederson señala que incluso si una mujer se siente «abultada» en un examen físico, es posible que no tenga una densidad mamográfica. Solo haciéndose una mamografía la mujer sabrá la densidad de sus senos. Recomienda que las mujeres de riesgo promedio se hagan una mamografía de referencia, preferiblemente antes de los 40 años, y analicen su densidad y otros factores de riesgo médico.
«La alta densidad mamaria puede oscurecer los hallazgos mamográficos y extrema también es un factor de riesgo independiente para el cáncer de mama. El aumento de la densidad mamaria, además de otros factores que aumentan el riesgo, puede llevar a recomendar una resonancia magnética mamaria de detección anual o a considerar la medicación para reducir el riesgo», añade.
Todas las mujeres (ya sea que tengan alto o bajo riesgo) deben hacerse una mamografía anual, dice la doctora Pederson. «La evaluación anual es importante para todas, ya que la ciencia aún no puede identificar a las personas de bajo riesgo que podrían estar menos vigilantes. Además, alrededor del 75% de los cánceres de mama diagnosticados ocurren en mujeres sin ningún factor de riesgo identificable».
Agrega: «La mamografía de detección salva vidas y solo las mamografías pueden detectar microcalcificaciones, que pueden ser el signo más temprano de que se está desarrollando un cáncer de mama. Cabe señalar que las mujeres no deben preocuparse por la radiación de hacerse mamografías regulares, ya que la exposición es insignificante».
Para las pacientes que tienen tejido mamario denso o que han sido identificadas como de mayor riesgo de cáncer de mama, hay opciones de detección complementarias disponibles, aunque no todas suelen estar cubiertas por el seguro médico. La doctora da el ejemplo de una mamografía FAST, que es una versión más corta de una resonancia magnética de mama estándar y es una opción para las mujeres con mamografía densa que desean realizar una detección temprana a pesar de la posibilidad de algunos resultados falsos positivos.
Al explicar la eficacia de las opciones complementarias de detección, Pederson dice que la investigación estima que por cada 1.000 mujeres que se someten a una mamografía 2D convencional, se detectarán alrededor de 5 casos de cáncer de mama. Se estima que el rendimiento suplementario por cada 1.000 mujeres examinadas con mamografías 3D es de 1,2 a 3 cánceres de mama adicionales, mientras que con una resonancia magnética rápida serían 15,1 a 27,4 cánceres de mama adicionales, y con la mamografía mejorada con contraste, de 13,1 a 15,5 cánceres de mama adicionales. Un estudio de 2023 sobre ecografías de mama entera informó que solo encontró 1.1 cánceres de mama adicionales por cada 1.000 mujeres examinadas.
Además de la densidad mamaria, hay muchos otros factores de riesgo no modificables para el cáncer de mama. Estos incluyen los antecedentes médicos de las mujeres, por ejemplo, haber sido sometidas a radiación en el manto para el linfoma de Hodgkin cuando eran niñas o un diagnóstico previo de cáncer, y también sus antecedentes médicos familiares. Por lo tanto, aconseja a las mujeres que tengan una plática con su médico para ver si hay alguna señal de alerta que indique que deben ser remitidas para pruebas genéticas. Señala que estas señales de alerta no se limitan a la incidencia del cáncer de mama, sino que también podrían incluir otros cánceres, como el cáncer de ovario, páncreas, próstata metastásico o gástrico difuso, y que la ascendencia es importante para evaluar el riesgo.
«Las pruebas genéticas pueden servir de base para los mejores tratamientos para los pacientes con cáncer recién diagnosticados, y también pueden identificar a las personas que pueden beneficiarse de la resonancia magnética de secuencia completa anualmente, los medicamentos para reducir el riesgo e incluso las cirugías para reducir el riesgo en aquellos que se encuentran en los niveles más altos de riesgo», dice la especialista.
También hay varios factores de riesgo modificables que las mujeres pueden abordar para reducir su riesgo de desarrollar cáncer de mama, agrega la doctora Pederson. «Un factor de riesgo significativo en muchos tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama, es la obesidad, por lo que es importante tratar de mantener un peso saludable. El alcohol también se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama. En general, recomendamos que las mujeres sigan las pautas generales para una buena salud, que incluyen hacer ejercicio regularmente y seguir un plan de alimentación saludable como la dieta mediterránea», dice.
«El Mes de Concientización sobre el Cáncer de Mama es una oportunidad ideal para recordar a las mujeres que deben ser conscientes de los factores de riesgo y, cuando sea posible, mitigarlos, pero también para fomentar la detección adecuada, ya que queremos detectar el cáncer de mama en su etapa más temprana y, por lo tanto, más tratable», concluye.