Decenas de personas murieron en bombardeos israelíes este lunes en la Franja de Gaza, donde los civiles esperan un «flujo vital» de ayuda humanitaria ante la guerra desencadenada por el sangriento ataque del movimiento islamista palestino Hamás contra Israel.

El ejército israelí intensificó el domingo sus bombardeos en la Franja de Gaza en vistas a una probable operación terrestre, en respuesta al ataque sin precedentes de Hamás, al que promete «aniquilar».



La comunidad internacional teme que la guerra que comenzó el 7 de octubre entre Israel y Hamás escale y se desborde a otros países de Oriente Medio.

La ayuda humanitaria empezó a llegar a cuentagotas desde el sábado a la Franja de Gaza, donde viven hacinados 2,4 millones de palestinos, pero la ONU consideró que la cantidad era insuficiente.



El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, exigió el lunes más ayuda y «más rápida» así como una «pausa humanitaria» para permitir su distribución.

El domingo, el presidente estadounidense, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acordaron que habría un «flujo continuo» de ayuda a Gaza durante una conversación telefónica.

 

– Ataque contra una casa –

 

El ejército israelí anunció el lunes haber golpeado durante la noche «más de 320 objetivos militares», infraestructuras de Hamás y del grupo aliado Yihad Islámica, ambos clasificados como organizaciones terroristas por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel.

El ejército evocó «túneles donde había terroristas de Hamás, decenas de centros de mando operativos (…) y complejos militares y puestos de observación».

Al menos 70 palestinos murieron en estos ataques nocturnos y en la mañana del lunes, según el gobierno de Hamás, 17 en una casa de Jabaliya, en el norte, y otras 25 en el centro del enclave.

Según las autoridades israelíes, más de 1.400 personas murieron en Israel desde el 7 de octubre, la mayoría civiles ese mismo día a manos de Hamás, que también secuestró a 222 israelíes y extranjeros.

La presencia en Gaza de estos rehenes podría dificultar la operación terrestre de Israel en este enclave superpoblado, plagado de trampas y túneles.

En el enclave palestino, más de 4.600 personas, en su mayoría civiles y entre ellos casi 1.900 niños, murieron por los bombardeos israelíes, según el ministerio de Salud de Hamás.

El 15 de octubre, Israel pidió a los civiles del norte de la Franja de Gaza, en cuya frontera están situados decenas de miles de soldados israelíes, que se desplazaran hacia el sur para refugiarse de los bombardeos.

Los ataques siguen golpeando el sur cercano a la frontera egipcia, donde cientos de miles de desplazados han buscado refugio.

 

– Situación «catastrófica» –

 

La Franja de Gaza, controlada desde 2007 por Hamás, vive desde el 9 de octubre un «asedio total» por parte de Israel, que cortó los suministros de agua, comida, electricidad y combustible.

Según la ONU, al menos 1,4 millones de palestinos han sido desplazados desde que inició el conflicto y la situación humanitaria es «catastrófica».

Tras la llegada el sábado y el domingo de dos primeras caravanas de camiones con ayuda, algunos con combustible vital para los generadores de electricidad de hospitales, un tercer convoy entró el lunes en Gaza desde Egipto.

Pero según la ONU, harían falta al menos 100 camiones diarios para atender las necesidades de todos los habitantes.

 

– No ayudar «al enemigo» –

 

Israel había anunciado que no impediría la entrada de «comida, agua y medicamentos para la población civil» de la Franja de Gaza.

No obstante, «no creo que debamos estar obligados a proporcionar alimentos al enemigo que dispara cohetes contra nuestros civiles», declaró Jonathan Conricus, portavoz del ejército israelí, el domingo por la noche en ABC Australia.

El domingo, un soldado israelí murió por un misil antitanque durante una incursión terrestre en Gaza, según el ejército.

Las hostilidades también se multiplican en la frontera entre Israel y Líbano, con recurrentes cruces de disparos entre el ejército israelí y el Hezbolá pro-iraní, aliado de Hamás. Los residentes de uno y otro lado de la frontera fueron evacuados.

Netanyahu advirtió al grupo libanés Hezbolá que cometería «el error de su vida» si decide entrar en guerra con Israel.

Frente al riesgo de conflicto regional, Joe Biden habló por teléfono con los dirigentes de Canadá, Alemania, Italia, Reino Unido y Francia, y con el papa Francisco.

En Cisjordania, otro territorio palestino ocupado, 95 personas han muerto desde el 7 de octubre por ataques israelíes, según el ministerio palestino de Salud.