En su afán de contrarrestar la influencia de China, el presidente Joe Biden recibe este viernes a dirigentes de 11 países para la primera cumbre de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP), que estudiará cómo estrechar lazos comerciales.
Además de Estados Unidos, representantes de Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú, República Dominicana, Uruguay, Canadá y Barbados acuden a la cita en la Casa Blanca.
Entre ellos al menos 7 presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou, República Dominicana, Luis Abinader, Costa Rica, Rodrigo Chaves, Ecuador, Guillermo Lasso, Chile, Gabriel Boric, Perú, Dina Boluarte y Colombia, Gustavo Petro.
Varios de estos países, como Colombia, México y Chile, han llegado enfadados a Washington por un tema que nada tiene que ver con la APEP pero podrían sacar a relucir: los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza, que han causado más de 9.000 muertos, según fuentes de Hamás, en represalia por un ataque de miembros de este movimiento islamista palestino en el que murieron al menos 1.400 personas, en su mayoría civiles.
Los líderes latinoamericanos podrían aprovechar para pedir a Biden que promueva un alto el fuego.
En cualquier caso todos se vienen quejando de que Estados Unidos los ha dejado de lado a nivel comercial.
China, socio comercial ineludible de América Latina, ha aprovechado para ganar peso a golpe de talonario.
Durante la Cumbre, Biden «reiterará el compromiso» de «profundizar la integración económica» en América, «impulsar un crecimiento económico más inclusivo y sostenible» y abordar los factores económicos «subyacentes» de la migración irregular, informó la Casa Blanca al comunicar la agenda del presidente para este viernes.
La migración es una gran preocupación para el dirigente demócrata, a quien los republicanos acusan de no hacer lo suficiente para frenarla en la frontera con México.
En la agenda también está previsto que hablen de energías limpias para el avance de la descarbonización, de herramientas para movilizar la inversión y de las cadenas de suministro.
En un Foro de Inversión Responsable coorganizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), varios países insistieron el jueves en que la cumbre no se quede en agua de borrajas y han pedido «proyectos específicos» que desemboquen en resultados.
Como aperitivo, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, les instó a aprovechar «la oportunidad única para trabajar juntos más estrechamente» en lo que ella denomida el «friendshoring» (proveedores amigos), que viene a ser «diversificar las cadenas de suministro con una variedad de aliados fiables y socios».
Este viernes los recibe para un desayuno en el Departamento del Tesoro.