Greta Thunberg fue objeto de críticas por su posición propalestina en Alemania el lunes, un día después de haber pedido un «alto el fuego» mientras llevaba puesta una kufiya palestina blanca y negra durante una manifestación por el clima en Amsterdam.
Después de que un hombre intentase interrumpirla, la activista sueca empezó a corear «no hay justicia climática en tierra ocupada» junto con los asistentes.
«Greta Thunberg abusó de la absolutamente necesaria y correcta preocupación por la protección del clima para adoptar una postura unilateral sobre el conflicto Israel-palestino, en la que no nombra a los culpables, en la que no condena las atrocidades absolutas de Hamás», declaró Ricarda Lang, colíder de Los Verdes, socio menor de la coalición del jefe de gobierno Olaf Scholz.
«De hecho, con estas declaraciones se ha desacreditado a sí misma como imagen del movimiento por el clima», añadió Lang.
Es «triste que Greta Thunberg vuelva a malemplear el escenario climático para sus propios intereses», indicó la embajada de Israel en Alemania en X (antes Twitter).
El 7 de octubre, milicianos de Hamás mataron a 1.200 personas en Israel y secuestraron a más de 240, según las autoridades israelíes.
El movimiento de Thunberg, Viernes por el Futuro Internacional, denunció el «genocidio» en la Franja de Gaza, donde murieron más de 11.000 personas por los bombardeos y la ofensiva terrestre de Israel, según el grupo islamista.
Luisa Neubauer, que lidera la rama alemana del movimiento climático, afirmó al semanal Die Zeit estar «decepcionada» por la visión parcial de Thunberg e indicó que examinarán con quién siguen «teniendo una base para trabajar partiendo de valores comunes».