La muerte de un colombiano a manos de la Policía dominicana sigue llena de misterio. Jhon Fredy Méndez Arrieta fue abatido a tiros el pasado lunes al enfrentarse a agentes mientras estos rescataban a una adolescente de 15 años y otra persona que estaban secuestradas en una localidad del municipio de Baní, al sur del país.
Según la información obtenida por Diario Libre, el colombiano supuestamente había tenido problemas con el padre de la menor, cuyo nombre se resguarda por razones legales.
De acuerdo con la fuente, la situación se debió a un «tumbe de dinero», por lo que Méndez Arrieta había tomado a la adolescente y al señor Luis Rafael Domínguez como rehenes.
El día del secuestro, el pasado viernes 10 de noviembre, había tres personas más junto al colombiano, de quienes la Policía Nacional no ha ofrecido ninguna declaración.
La muerte del colombiano de 36 años ocurrió alrededor de las 10:00 de la mañana del lunes en una finca en el pueblo río Arriba, municipio de Baní, provincia Peravia. Al hablar con algunos residentes de la zona, afirmaron no saber nada de él. De hecho, indicaron que el lugar del tiroteo es poco transitado por los habitantes locales y que desconocían si el colombiano tenía algún vínculo con alguien de la región.
Tanto la menor como sus parientes viven en el municipio Villa Tapia, provincia Hermanas Mirabal. Los familiares optaron por mantener silencio.
La vivienda donde vive la adolescente está bajo vigilancia de las autoridades policiales.
El silencio en torno a la situación es generalizado. Además de intentar conversar con los familiares y comunitarios sobre el tema, la Embajada de Colombia en República Dominicana tampoco se ha referido al caso.
La entidad solo indicó que están a cargo de la situación y que por seguridad no podían ofrecer declaraciones al respeto.
El colombiano recibió cuatro disparos en el tórax, uno de estos con salida. Pese a que fue llevado a recibir atenciones médicas en el hospital Nuestra Señora de Regla, en Baní, no resistió los impactos de balas en su cuerpo.
Hasta el momento nadie se ha presentado a reclamar el cadáver de Méndez Arrieta, el cual está en la morgue de la provincia Azua. De no ser reclamado en las próximas 72 horas, será sepultado en una fosa común.
El operativo de rescate se llevó a cabo luego de que el servicio de inteligencia electrónica de la Policía rastreó el teléfono de la menor y ubicara las cámaras de seguridad en la zona. Participaron los agentes de San Francisco de Macorís y la Dirección Central de Investigación (Dicrim) de Baní.