Rusia pidió la prohibición del «movimiento público internacional LGTB» por «extremista», en una nueva muestra de la deriva ultraconservadora de Moscú, acentuada desde que empezó la ofensiva contra Ucrania y que varias oenegés tildaron de homófoba.

El Ministerio ruso de Justicia informó de la decisión este viernes en un comunicado pero no especificó si se refiere al movimiento en general de defensa de los derechos de las identidades de género y de orientaciones sexuales minoritarias, o a organizaciones de defensa de derechos concretas.



El ministerio no respondió a las preguntas de la AFP.

En su comunicado, la institución anuncia que «presentó una reclamación legal administrativa ante el Tribunal Supremo […] para reconocer como extremista al movimiento público internacional LGTB y prohibir su actividad en Rusia».



El tribunal estudiará la petición a partir del 30 de noviembre.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ejerce desde hace años una política calificada de homófoba o tránsfoba por numerosos representantes de la comunidad LGTB+ (lesbianas, gays, trans, bisexuales y otros) y por oenegés.

Desde que inició su ofensiva contra Ucrania en febrero de 2022, el gobierno multiplicó las medidas contra ese colectivo, alegando defender a los niños frente a conductas a su juicio inaceptables, y presentándose como un baluarte moral frente a la decadencia de Occidente.

El Kremlin asegura que la gente puede tener cualquier orientación sexual pero que Rusia debe proteger a los niños frente a una propaganda occidental que, según Moscú, niega la existencia de un sexo biológico.

El anuncio del Ministerio de Justicia fue denunciado por organizaciones especializadas.

«El poder ruso olvida una vez más que la comunicad LGTB+ son personas, ciudadanos de este país como de los otros. Y ahora no solo quieren hacernos desaparecer del espacio público sino prohibirnos como grupo social», dijo a la AFP Dilia Gafurova, directora de la fundación «Sphere» de defensa de los derechos de las personas LGTB+ en Rusia.

«Es una medida típica de los regímenes represivos y no democráticos: perseguir a los más vulnerables», añadió, prometiendo «luchar».

– Prohibida la «propaganda» –

En julio, los diputados rusos aprobaron una ley que prohíbe las operaciones quirúrgicas y las terapias hormonales destinadas a un cambio de sexo. El texto, además, priva a las personas transgénero del derecho a adoptar niños.

Desde 2013, una ley rusa prohíbe la «propaganda» de «relaciones sexuales no tradicionales» dirigida a menores, un texto denunciado por las oenegés como un instrumento de represión de la comunidad LGTB+.

Esa ley fue ampliada a finales de 2022 y ahora también prohíbe la «propaganda» LGTB+ dirigida a cualquier público, ya sea en medios de comunicación, en internet, en libros o en filmes.

El texto condujo a que un ballet programado en el teatro Bolshói de Moscú sobre la vida del bailarín soviético Rudolf Nuréyev, homosexual, fuese desprogramado este año.

Desde 2020, la Constitución rusa precisa además que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, impidiendo de facto las uniones entre personas del mismo sexo.

Asimismo, la principal oenegé de defensa de los derechos de personas LGTB+ de Rusia, LGBT-Set («Red LGTB), fue clasificada en 2021 como «agente del extranjero», lo cual entorpece su funcionamiento y la expone a multas e, incluso, a que la prohíban.